Y si Hayek era liquidacionista ¿qué?

Iván Carrino / Sábado 17 de agosto de 2013 / Dejá un Comentario

Todo comenzó con un dos posts de Paul Krugman en donde cita la crítica de Milton Friedman a la postura de la escuela austriaca de economía sobre la depresión.

Krugman toma, por un lado, una frase de Friedman que es crítica de la teoría austriaca (resumidísimamente, que la crisis es la consecuencia de un boom insostenible consecuencia de la intervención estatal en el mercado monetario) y, por el otro, una crítica de Friedman a Hayek (y también a Murray Rothbard) por haber hecho “daño” con la idea de que todo lo que haga el gobierno para curar una depresión solo la agravará. Criticaba, en suma, el supuesto “liquidacionismo” de Hayek.

A esto respondió Larry White, dado que en un paper él ya había aclarado que si se toma la obra de Hayek, no puede sostenerse que su prescripción fuera no hacer absolutamente nada frente a una recesión. Según White, Hayek sí estaría a favor de una expansión monetaria bajo determinadas circunstancias.

Si tomamos la obra completa de Hayek, entonces, White tiene razón. Pero eso no quiere decir que Hayek, como nota Lord Keynes (un blogger, no el difunto economista inglés), pensara eso en los años ’30. De hecho, también White reconoce que:

La norma de política monetaria de Hayek prescribía la estabilización del ingreso nominal en lugar de la pasividad frente a su contracción. El germen de realidad en los alegatos de Friedman y DeLong, sin embargo, es que Hayek y Robbins no recomendaron esta política durante los ’30…

Ahora bien,  concedamos que Hayek era efectivamente un liquidacionista (según Juan Ramón Rallo, bajo determinadas circunstancias, ¿quién podría no serlo?)[i]. ¿Quiere decir esto que tuvo él la culpa del liquidacionismo predominante durante el gobierno de Herbert Hoover? Por supuesto que no, pero no porque, como también dijera Krugman, las teorías hayekianas no eran relevantes en los ’30, sino porque el gobierno de Hoover estuvo lejos de adoptar una postura liquidacionista o de laissez faire.

Murray Rothbard, en su monumental obra “America’s Great Depression” (a publicarse pronto en español con prólogo de Juan Ramón Rallo y traducción de un servidor), dedica alrededor de seis capítulos a analizar el supuesto neoliberalismo del presidente Hoover. La conclusión: ¡Hoover no fue liquidacionista ni de lejos!.

Ahora bien, no es necesario que me crean a mí, ni a Rothbard. Mejor leámoslo del mismísimo Hoover:

podríamos no haber hecho nada. Eso habría sido la ruina absoluta. En lugar de eso, afrontamos la situación con la propuesta – tanto para el sector privado como para el congreso – del programa más gigantesco de defensa y contraataque económico jamás intentado en la historia de la república. Lo hemos puesto en acción… Ningún gobierno en Washington había siquiera considerado hasta la fecha la responsabilidad de liderazgo que tenía en tiempos como estos… Por primera vez en la historia de la depresión, los dividendos, las ganancias, y el costo de vida se redujeron antes de que sufrieran los salarios… Fueron mantenidos así hasta que el costo de vida cayó y los beneficios empresariales prácticamente desaparecieron. Ahora, son los salarios reales más elevados del mundo.

La creación de nuevos puestos de trabajo le dio a todo el sistema una nueva bocanada de aire; nunca nada en nuestra historia ha hecho más por el… ‘hombre y la mujer común’. Algunos economistas reaccionarios nos recomendaban dejar que la liquidación tome su curso hasta encontrar el piso… Nosotros nos comprometimos a no seguir los consejos de los liquidacionistas y no ver a todos los deudores de la nación entrar en bancarrota, llevando los ahorros de nuestra gente a la destrucción.

El trabajo de Rothbard está lleno de citas como estas y de otros documentos que avalan totalmente el activismo del gobierno norteamericano durante la Gran Depresión.

White también nota lo mismo y cita dos ejemplos:

para restablecer la confianza, la administración Hoover no propuso que el proceso de liquidación tome su curso. En lugar de eso, como hizo notar Mellon en su informe, propuso crear la National Credit Corporation, que podrí aprestar hasta 1,5 mil millones de dólares a los bancos ilíquidos… Cuando se vio que la NCC no era efectiva y que la crisis continuaba, a principios de 1932 el congreso, con la bendición de Hoover, creó la Reconstruction Finance Corporation, una agencia federal para rescatar bancos y otras compañías dotada con 3,5 mil millones de dólares”.

¿Fue Hayek un liquidacionista? ¿Son los economistas de la escuela austriaca partidarios del laissez-faire durante las depresiones? Existe intenso material para ahondar en la cuestión.

Sin embargo hay algo que no puede seguir sosteniéndose con seriedad y es que Hoover o los funcionarios de su gobierno, durante la década del ’30, hayan seguido los consejos de Hayek.

Y, por tanto, mucho menos podemos decir que el liberalismo por ellos impuesto haya contribuido a agravar la depresión.

 

 

 


[i] Sabemos que Rothbard sí lo era, por ejemplo, por esta frase:

Si el gobierno busca aliviar, en lugar de agravar, una depresión, el único camino correcto es el laissez-faire – dejar a la economía sola. El mecanismo de ajuste necesario se producirá con suavidad solo si no hay interferencias (desde intervenciones directas hasta la amenaza de la intervención) con los precios, los salarios y el proceso de quiebra de las empresas.

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