¿Qué es una devaluación?

Iván Carrino / Miércoles 17 de julio de 2024 / Dejá un Comentario

En los últimos días la palabra “devaluación” parece estar en boca de todos. De hecho una rápida recorrida por los comentarios al último video que hice muestra que todos estamos discutiendo sobre si hay que devaluar o no.

Ahora bien, al margen de discusiones actuales, ¿qué quiere decir devaluación?

Lo analizamos a continuación.

En el video de hoy me gustaría dejar en claro

a)       qué quieren decir los economistas cuando hablan de devaluación,

b)      qué diferencias tiene este término con el de depreciación y, por último,

c)       ilustrar la idea de devaluación para que ustedes juzguen si es conveniente o no, en base a dos ejemplos históricos de la economía de Argentina

Si esto que les cuento hoy tiene alguna relación con la situación actual, al menos por ahora, lo voy a dejar a vuestro criterio.

Comencemos: si nos metemos en manuales de macroeconomía, vamos a encontrar en algún capítulo de dicho manual la sección de los vínculos de las economías nacionales con las economías extranjeras.

Y, ahí, inevitablemente, aparecerá el tema del TIPO DE CAMBIO que, en el contexto argentino o latinoamericano, podríamos decir que se reduce muy frecuentemente a qué precio tiene el dólar, y qué sistema elige el Banco Central para relacionar la moneda local con el dólar.

Dos sistemas cambiarios

En este contexto aparecen dos grandes sistemas:

1)      Uno es el del tipo de cambio libre.

2)      Otro es el del tipo de cambio fijo.

En el tipo de cambio libre, el Banco Central solamente se limita a controlar la cantidad de dinero (o a fijar la tasa de interés), y no interviene en el mercado de cambios. Es decir, el dólar se deja como un precio más de la economía, y lo establece el equilibrio de la DEMANDA Y LA OFERTA PRIVADA.

Si, en este esquema cambiario particular, el precio del dólar sube, se habla de que hubo una DEPRECIACIÓN de la moneda local. Es decir, ahora tenemos que ofrecer más pesos para comprar dólares. Por el contrario, si el precio del dólar cae, entonces estamos frente a una apreciación de la moneda local. El peso se volvió más fuerte contra el dólar, y ahora nos cuesta más barato comprar dólares.

En el caso del tipo de cambio fijo, el Banco Central decide fijar el tipo de cambio en un determinado valor, y luego tanto la cantidad de dinero como la tasa de interés quedan libradas a la oferta y demanda del mercado. Tal vez esto resulta más difícil de entender, pero digamos que como tenés un precio fijo para el dólar, si entran más dólares tenés que aumentar la cantidad de pesos, pero si se van los dólares, la cantidad de pesos tiene que caer, para mantener siempre una relación fija entre pesos y dólares.

La ventaja esperada de este tipo de sistemas, los de tipo de cambio fijo, es que se termina con la inflación y, además, se elimina virtualmente algo llamado “riesgo de devaluación”.

Fíjense entonces que llegamos al concepto que queríamos definir en primer lugar. O sea, llegamos al famoso: ¿qué es una devaluación?

Si leemos textualmente la página 600 del manual de Macroeconomía de Blanchard y Pérez Enrri, “Un aumento del tipo de cambio en un sistema de tipos de cambio fijo se denomina devaluación, en lugar de depreciación, y una baja del tipo de cambio se llama revaluación en lugar de apreciación”

O sea, cuando sube el dólar y estamos en un sistema de tipo de cambio fijo, hablamos de una devaluación. Pero si el tipo de cambio es libre, hablamos de una depreciación.

Devaluaciones competitivas

Pasemos a un tema relacionado. Algunos economistas suelen considerar que DEVALUAR es algo positivo porque las exportaciones dependen positivamente del tipo de cambio y las exportaciones dependen negativamente del tipo de cambio. ¿Qué quiere decir esto?

Que si por ejemplo, el tipo de cambio del peso con el dólar es 1 a 1, y devaluamos para que esté 2 a 1, entonces el país va a exportar más e importar menos. El resultado esperado que ven estos economistas es que este mayor saldo neto exportador estimulará la demanda agregada y, entonces, la economía nacional va a crecer.

A este tipo de aproximación se le conoce como “devaluación competitiva”.

Y frente a esta alternativa aparecen economistas de otra vertiente que dicen “NO, NO ES BUENO DEVALUAR”. En primer lugar, porque si querés aumentar las exportaciones, lo que necesitás hacer es mejorar la productividad de la economía y hacerte más competitivo, desregulando sectores y bajando impuestos.

En segundo lugar, porque una devaluación va a generar inflación.

Esto puede ocurrir por dos vías. En primer lugar, porque para que el dólar pase de valer 1 a valer 2, probablemente hayas tenido que emitir nuevos pesos para poder llevar el dólar a ese nuevo precio.

La otra vía es que si todos los bienes importados que el país consume antes de la devaluación salían $AR 1 peso. Una vez que el dólar pasó de un peso a 2, todos esos bienes habrá que pagarlos EL DOBLE. O sea que en el corto plazo habrá un fuerte salto inflacionario.

El fin de la convertibilidad

Vamos ahora a analizar dos casos históricos de la Argentina. El primero es el de cuando Argentina tenía un sistema de tipo de cambio fijo, en la década de los 90, y decidió abandonarlo y devaluar en los primeros días del año 2002.

En ese entonces, los economistas pro devaluación veían en el abandono del 1 a 1 la salida para la crisis del país. Pedían que el gobierno abandonara el tipo de cambio fijo para así poder “ganar competitividad” y expandir la demanda agregada por el lado de las exportaciones y la sustitución de importaciones.

¿Qué decían los economistas más ortodoxos / liberales, entonces? Que para ganar competitividad había que pagar la deuda, achicar el tamaño del estado, bajar impuestos y bajar regulaciones. Ese, era, de alguna forma, el plan de Ricardo López Murphy cuando estuvo en el Ministerio de Economía (hice un video sobre eso que podés ver acá).

Finalmente, la devaluación ocurrió. Y la economía, después de un terrible impacto negativo que llevó a la pobreza a superar el 70%, volvió a crecer.  Pero claro, lo hizo con niveles de inflación muy altos inicialmente. En el primer año de la devaluación los precios subieron 40%.

¿Qué pienso yo que había que hacer en ese entonces? Yo entonces apoyaba (y sigo apoyando) el plan de LOPEZ MUPRHY: MANTENER EL TIPO DE CAMBIO FIJO y hacer las reformas estructurales necesarias para volver a crecer. No habría tomado el atajo devaluatorio.

El fin del cepo en 2015

Vamos ahora a diciembre de 2015.

El 1 de diciembre de 2015, por si no se acuerdan, Argentina tenía dos tipos de cambio. Un tipo de cambio oficial, de $ 9,7; y un tipo de cambio paralelo, que se conseguía a $AR 14,49.

Esto ya presenta un problema respecto de lo que veníamos analizando antes: ¿qué esquema cambiario tiene Argentina? ¿Uno de tipo de cambio fijo, o uno de tipo de cambio flexible?

En el caso de Argentina 2015 lo que había no era ninguna de las dos cosas. O, en realidad, era un esquema que quiso ser de tipo de cambio fijo pero que se quedó sin reservas para sostenerlo. Esto es así porque, en algún momento de 2011, el Banco Central quiso vender dólares para evitar que el dólar suba de más o menos $ 4 que costaba en su momento, pero como eso iba a ser insostenible, decidió directamente restringir el acceso al dólar.

Así aparecieron dos tipos de cambio, uno que era un precio controlado por el gobierno, el tipo de cambio oficial, y otro que era el del mercado paralelo, donde el que quería compraba y vendía la cantidad que le gustaba, pero a otro precio, superior, claramente.

A estos esquemas se los conoce como “controles cambiarios” y están caracterizados por un tipo de cambio oficial que está por debajo de su valor de mercado y por restricciones al acceso al mercado de ese tipo de cambio oficial. Acá, en Argentina, le llamamos “cepo al dólar”.

En ese momento, a fines de 2015, mucho se discutía sobre si había que devaluar o no. Curiosamente, ahí casi todos los liberales estaban a favor de esa devaluación, y eran los kirchneristas los que amenazaban con que liberar el cepo iba a generar una catástrofe.

¿Qué pasó finalmente? La devaluación se produjo cuando el gobierno decidió abandonar el control cambiario y liberar el precio del dólar. Obviamente, en el mercado oficial de cambios hubo una devaluación que hizo que el dólar subiera casi 40%, lo que aceleró la inflación e hizo caer la economía.

Ahora por los siguientes dos años, el tipo de cambio se mantuvo relativamente estable.

¿Qué opino yo respecto de lo que se hizo en su momento? Que la eliminación del cepo cambiario y el reconocimiento del verdadero precio para el dólar era exactamente lo que había que hacer, porque en realidad, la moneda ya estaba devaluada y el gobierno intentaba ocultar eso con un precio máximo en el mercado y prohibiéndole a la gente comprar dólares, generando múltiples complicaciones en la economía.

En el 2001, la gran diferencia es que, si bien a muchos el dólar les parecía “demasiado barato”, el gobierno nunca restringió el acceso al mercado de cambios. Siempre se pudo comprar dólares hasta el último día de vigencia de la convertibilidad. Es decir, no hubo cepo (hubo corralito, pero esa es otra historia diferente).

Para resumir mi posición, entonces: si tenés un tipo de cambio fijo y me venís con el argumento de que hay que hacer una devaluación competitiva porque el atraso cambiario y no sé qué cosa, te digo, olvídate, reformas estructurales y tipo de cambio fijo para no tener nunca más inflación.

Pero si tenemos un cepo al dólar donde hay dos precios para el dólar, uno que eligió el gobierno pero que solo sostiene en base a controles y otro que establece, como puede, con las restricciones del caso, el mercado, entonces te digo que la devaluación es el paso inevitable para unificar el mercado de cambios y abandonar lo que acá conocemos con el nombre de “cepo”.

Y ese cambio de sistema, desde el cepo hasta uno donde haya libre acceso a la divisa, no solo es más eficiente en materia económica, sino que es más compatible con el liberalismo.

¿Qué hice hoy? Intenté explicar qué es una devaluación y mostrar dos momentos históricos donde economistas liberales estuvieron en contra y a favor de la devaluación. Todo depende, entonces, de cuál es el sistema vigente en primer lugar.

¿Dudas preguntas inquietudes? No dejen de hacerles y dejarlas en la sección de comentarios de acá abajo. Y si te gustó este video no te olvides de darle me gusta, suscribirte a mi canal y compartirlo en tus redes sociales.

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