¿Por qué Milei no elimina el cepo cambiario?
El cepo cambiario es otra de las herencias que dejó el último gobierno de Argentina, encabezado por Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner.
La medida básicamente impide el normal acceso al mercado de cambios. Como el gobierno quiere que el dólar no suba de determinado nivel, pero no tiene una cantidad suficiente de dólares para vender en ese nivel, entonces no le queda otra que restringir la compra de dólares. Por ello, el que quiere ahorrar no puede hacerlo, el que quiere pagar importaciones encuentra dificultades, y ninguna empresa puede girar dividendos al exterior… al menos no haciéndolo con dólares al tipo de cambio oficial.
El cepo cambiario presenta varios problemas a la economía, siendo el principal de ellos el desincentivo a la exportación. Es que si el dólar en el mercado paralelo cuesta, digamos 1400 $, y en el mercado oficial está menos de $ 1000, cada vez que un exportador vende dólares en el “mercado oficial”, recibe menos de lo que podría recibir si los vendiera en el mercado libre.
Por si esto fuera poco, la medida es típica de gobiernos intervencionistas. Es decir, es completamente antiliberal, con lo cual podemos suponer que la voluntad última de Milei es eliminarlo.
¿Por qué no elimina el cepo?
Si tomamos lo que explican el propio Milei o el Ministro de Economía, Luis Caputo, podríamos resumir la idea de que no se quiere abandonar el cepo para no tener que sufrir una corrida cambiaria.
Caputo decía, por ejemplo, en la última conferencia de prensa, que iban a liberar el cepo pero solo cuando estuvieran seguros de que eso no va a generar sobresaltos en la gente.
Un poco antes, Milei respondía que el levantamiento del cepo tenía que ver con “terminar de sanear el balance del Banco Central” y que el proceso de canjear la deuda del Banco Central por deuda del tesoro, iba en ese sentido. Sin embargo, todavía no estaba cerrada la cuestión. Está por resolverse “el problema de los puts”.
¿De qué se trata esto?
Muy brevemente, el problema de los puts es que hay títulos de deuda pública que tienen una cláusula que dice “Señor tenedor del bono, no se preocupe por este título, si usted lo quiere vender, va a tener al Banco Central como comprador de última instancia”. Esto no es técnicamente / exactamente así, pero conceptualmente sí, y eso implica un problema de potencial emisión monetaria futura que Milei no quiere tener.
Si un día todos quieren vender sus bonos, entonces el Banco Central tiene que salir a comprarlos y podría, para ello, tener que emitir nuevos pesos, cosa que no queremos, porque queremos bajar la inflación.
Finalmente, 3 meses atrás, Milei decía que, si recibía USD 15 mil millones, entonces sí podía levantar el el cepo al otro día.
En resumidas cuentas, entonces, no se sale del cepo porque el gobierno de Milei considera que hay demasiados pesos, presentes, y eventualmente futuros, para la cantidad de dólares (presentes y futuros) que pueda haber. Y esto quiere decir que, si hay muchos pesos y pocos dólares, entonces el precio del dólar en un mercado libre puede pasar a ser “demasiado alto”.
Devaluación y salida del cepo
Una primera cuestión antes de seguir: todos más o menos sabemos que si se sale del cepo el valor del dólar no va a ser el “oficial”. Lo sabemos, ¿no? Digo, es lo que ha indicado la historia. Se abandonan los cepos y se unifica el tipo de cambio a un valor muy cercano al del paralelo o “blue”.
Es que si el precio del dólar de mercado fuera el mismo que el del dólar oficial, entonces para qué se necesitaría ese “dólar oficial” en primer lugar.
Ahora bien, salteándonos esta parte de que obviamente salir del cepo implica un salto del dólar a corto plazo (salto que tendrá la magnitud que tenga la brecha cambiaria en el momento que se decida unificar el mercado de cambios) pasemos a la cuestión del día después.
Tres sistemas cambiarios.
Y acá es necesario explicar algo fundamental sobre los sistemas cambiarios posibles que se pueden adoptar.
Para ello vamos a resumir la cosa en tres. Es que una vez abandonado el cepo, se podrían seguir tres estrategias distintas. O bien se puede ir a un sistema de tipo de cambio totalmente libre, donde el precio del dólar estaría establecido por la oferta y la demanda.
O bien se podría ir al otro extremo, un tipo de cambio fijo, donde sea el Banco Central el que decida cuál es el nivel del tipo de cambio, y compra y venda reservas siempre que sea necesario para mantener el dólar en dicho nivel… o bien una tercera opción, que es intermedia, que implica ir aun sistema de “flotación administrada”.
¿Qué quiere decir esto? Que, en principio, el tipo de cambio es libre y se mueve como cualquier otro precio, pero que el Banco Central va a intervenir (vendiendo dólares de las reservas, por ejemplo, si el dólar quisiera subir “mucho”) para evitar movimientos disruptivos.
Y a esto es a lo que se refiere Caputo cuando dice que van a abrir el cepo cuando estén seguros de que no se van a generar, a futuro, saltos del dólar que puedan perturbar la calma de los ciudadanos.
¿Por qué es importante distinguir estos tres sistemas?
Porque en el primero, en el del dólar libre, no se necesita que el Banco Central tenga un solo dólar en las reservas del Banco Central. Puesto que el gobierno no va intervenir en el precio, no hace falta que tenga reservas. Ese es el “lado positivo” del esquema, digamos. Pero claro, está el lado negativo: como no intervenís, si hay una suba fuerte del dólar, te tenés que bancar las consecuencias, y eso en los últimos años de nuestra historia económica ha significado mayores niveles de inflación. Y en un gobierno cuyo objetivo económico (y político) principal, es mostrar niveles de inflación a la baja, no parece una opción.
Obviamente, en el sistema de tipo de cambio fijo este problema no lo tenés, pero tenés el problema de que necesitás una enorme cantidad de reservas para intervenir en el mercado. Es por esto que Milei dice “si me dan 15 mil palos” abro el cepo.
Finalmente, en el sistema intermedio, permitís ciertas oscilaciones del dólar, y necesitás un menor nivel de reservas para intervenir y evitar fluctuaciones fuertes.
Y por acá creo que pasa el asunto entonces. El gobierno quiere pasar del cepo a este esquema intermedio de control del tipo de cambio. Es decir, un sistema donde ya sea completamente libre el acceso al mercado del dólar, donde el tipo de cambio sea único, pero donde el Banco Central todavía tenga herramientas para intervenir con el objetivo de evitar movimientos fuertes del dólar hacia arriba.
Y, claro, como las reservas netas son –todavía- apenas positivas, en el gobierno creen que no tienen los dólares suficientes para asegurarse de que este esquema sea viable por el momento.
¿Cuándo lo será? ¿Cuál es la cantidad de dólares necesaria para poder salir del cepo e ir a este esquema? Creo que nadie tiene el número mágico. Pero sí podemos decir una cosa, se van a necesitar más reservas cuanto menor sea la capacidad del gobierno de generar confianza. Y, a la inversa, cuanta más confianza y credibilidad pueda transmitir la política económica del gobierno, menos reservas serán necesarias y más cerca estaremos de salir del cepo.