La deuda y el default en Estados Unidos (para todos y todas)

Iván Carrino / Miércoles 9 de octubre de 2013 / 1 Comentario

Antes que nada nos ponemos en contexto con un artículo que salió en iEco de Clarín:

¿Cómo es que la mayor economía del mundo llegó a esto? En resumen, porque el país no puede pedir más dinero prestado. Por ley, la deuda nacional no puede superar un techo de US$16,69 billones (ya superado según “debt clock”).

¿Qué pasa entonces? O EE.UU. sube el techo de su deuda (y así puede emitir más deuda) o no lo hace (y entonces no puede tomar deuda para pagar sus cuentas, tales como la seguridad social y el Medicare).”

Sin un acuerdo, ¿EE.UU. entrará inmediatamente en cesación de pagos el 2 de agosto? No según Ben Bernanke. El titular de la Reserva Federal le dijo al Congreso el miércoles que la primera respuesta probablemente sería recortar los pagos correspondientes a la seguridad social, Medicare y los sueldos de los militares.

Como se ve, a partir de un techo legal que impide que el país se endeude por encima de determinado número, los Estados Unidos no podrían contraer más deuda. Como consecuencia, son muchos los que piensan que esto significa automáticamente un default. Sin embargo, Bernanke responde que esto no es así.

Obama. Preocupado.

Lo mismo dice Steven Horwitz:

La gente imagina un escenario dantesco donde llegamos al límite de nuestra tarjeta de crédito y no tenemos nada en nuestra cuenta bancaria, cuando en la realidad tenemos un montón de ingresos por impuestos para pagar los intereses de la deuda y seguir pagando programas como la Seguridad Social

Si decidís no pagar tu hipoteca pero te comprás un televisor, tomaste una decisión (…) Si no elevamos el límite de endeudamiento, tendremos que tomar decisiones difíciles respecto del gasto, pero el punto es que las distintas alternativas para decidir existen.

Entonces, si no puede seguir endeudándose, el gobierno norteamericano deberá reasignar partidas de gasto. Puede destinar algunas a pagar los intereses de la deuda o bien puede decidir no pagarlos y seguir financiando otros gastos gubernamentales (Social Security, Seguridad Nacional, Medicare, Subsidios, etc.).

Es decir, el default está dentro de las alternativas, pero no es la única alternativa.

Por otro lado, es interesante lo que plantea Sheldon Richman en el inicio de su artículo “About that Debt Limit”:

¿Cuál es el punto de tener un techo de deuda si subirlo es una mera formalidad?

El techo de deuda se subió media docena de veces en la primera década de los 2000 y nunca hubo controversias. Sin embargo, la cuestión ahora parece ser diferente ya que la gente no está dispuesta a soportar una deuda que se ubica, al segundo trimestre de 2013, en el 100,5% del PBI.

Por último, el mismo artículo nos refiere a otro donde se contesta la temida pregunta ¿Qué pasaría si, finalmente, Estados Unidos entrara en default? ¿Realmente estaríamos ante el escenario de catástrofe que todos anticipan?. Un artículo del historiador económico Robert Higgs explica:

¿Ha habido defaults gubernamentales antes? Sí, por supuesto, hubo cientos de ocasiones a lo largo de la historia. ¿Han ocasionado estos defaults “consecuencias económicas y de mercado catastróficas”? No. Cuando un gobierno entra en default, hay consecuencias, por supuesto, incluyendo la mayor aversión de parte de los acreedores de prestarle a ese gobierno en el futuro o, al menos, a hacerlo a tasas de interés tan bajas. A menudo, los pagos parciales del principal y el interés se arreglan o las deudas se reestructuran. El mundo sigue girando

¿Ha entrado el gobierno norteamericano en cesación de pagos con anterioridad? Sí, en 1933. Cuando se negó a honrar la cláusula de oro de sus bonos, el tesoro incurrió en un default masivo. Irónicamente, la mayoría de los economistas y los historiadores de la economía consideran al abandono del patrón oro junto con el impago de las deudas gubernamentales denominadas en oro como la acción decisiva que frenó la Gran Contracción y dio inicio a la recuperación.

Resumiendo, la deuda es demasiado elevada y una deuda elevada puede llevar a futuras subas de impuestos (algo que, con diferencias, está sucediendo en Japón, que es récord mundial en Deuda/PBI).

Para evitar que esto suceda, el gobierno tiene un “techo de deuda”. Ese techo se ha elevado un sinnúmero de veces, lo que hace sospechar que no es tan eficaz en el logro de su objetivo.

Finalmente, si ese techo no se levara esta vez, eso no implica necesariamente un default de la deuda norteamericana y, si el gobierno decidiera tomar esa vía, vamos a ver un mundo “estresado”, pero definitivamente no vamos a ver su fin.

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PD: El 70% de este post es algo que escribí en 2011, cuando EEUU se enfrentó con el mismo problema. En esta edición actualicé los números y amplié algunas secciones, entre ellas, la última parte.

PD1: Business Week dijo ayer que “un default sería dañino y estúpido. Pero el cielo no se caería en se mismo instante”, en un artículo que relativiza la gravedad de una eventual cesación de pagos.

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