Kicillof miente con los datos de emisión e inflación
Hace unos días, Axel Kicillof, economista y gobernador de la Provincia de Buenos Aires, estuvo en el piso de Radio Con Vos, e intentó negar, nuevamente, que la inflación fuera un fenómeno monetario con origen fiscal. Sin embargo, para respaldar su punto, ofreció datos falsos o, al menos, altamente inexactos, sobre la historia reciente del país.
¿Cuál es la realidad? Lo analizamos, a continuación.
En una extensa charla con los periodistas Ernesto Tenembaum y Reynaldo Sietecase, Axel Kicillof, el que acaso sea el opositor más importante que tenga el gobierno de Milei dentro del espacio kirchnerista, intentó criticar las políticas económicas que Milei estaba llevando adelante.
En particular, atacó la política monetaria y fiscal, y volvió a insinuar que éstas no van a tener éxito para terminar con la inflación.
Para intentar justificar su punto, acudió a un episodio de la historia reciente de Argentina, la fallida gestión económica de Mauricio Macri.
Esto decía Axel Kicillof:
“Explicó que solo después de 18 meses de cortar la emisión, paraba la inflación.
Porque tenías que explicar la experiencia de Macri. 2018 y 2019 fue déficit cero, emisión cero durante casi dos años. Y el resultado fue 54 puntos de inflación, no cero.”
¿Qué quiere decir Kicillof? Primero, que la inflación no se arregla con políticas de ajuste monetario y fiscal. Segundo, que evidencia de esto es que durante el gobierno de Macri, durante dos años hubo ajuste fiscal y monetario (emisión cero y déficit cero) y aún así, la inflación no solo no bajó, sino que se duplicó.
Ahora bien: ¿es así cómo dice Kicillof? ¿Es cierto que por dos años hubo cero déficit fiscal y cero emisión monetaria cuando gobernó Mauricio Macri?
Por suerte, tenemos datos abiertos y transparentes para que cualquiera pueda contrastar esta afirmación.
Veamos en primer lugar el déficit primario y financiero de todos los años de la gestión Macri.
En el gráfico que está ahora en la pantalla podemos ver que entre 2015 y 2020 no hubo ningún año, ni siquiera uno, con equilibrio de las cuentas públicas. Es cierto, en el año 2019, después de una fortísima devaluación de la moneda, se licuó el gasto público, subió la recaudación por retenciones, y el déficit primario cayó CASI A 0.
Si miramos los datos en millones de dólares, el déficit financiero del gobierno de Macri nunca estuvo por debajo de los USD 15.000 millones de dólares. Y en 2019, el resultado primario fue negativo en USD 1750 millones.
Así que, si bien es cierto que, tras la crisis cambiaria del 2018, el déficit simplemente se achicó producto de este mismo fenómeno, y no como una política deliberada del gobierno (que hubiera sido lo deseable, para EVITAR ESTA CRISIS), nada más lejos de la realidad que afirmar que hubo dos años, entre 2018 y 2019, en donde el déficit fue cero.
El déficit fiscal durante los primeros dos años de la gestión Macri no fue nada distinto al de Cristina Fernández de Kirchner, lo que derivó en una crisis cambiaria que llevó el dólar de $18 a casi $40 entre diciembre de 2017 y diciembre de 2018. Eso ayudó a licuar el gasto público y a reducir el déficit fiscal. Pero el “déficit cero” simplemente nunca ocurrió.
Veamos ahora lo que pasó con la emisión monetaria. Tras intentar combatir la inflación con un programa de “metas de inflación” (gestión Sturzenegger) y luego vendiendo dólares en el mercado (gestión Caputo), llegó al Banco Central Guido Sandleris, y en septiembre de 2018 anunció que iba a iniciarse una política de congelamiento de la base monetaria. Es decir, emisión 0.
Esto decía Sandleris en septiembre de 2018:
¿O sea que, entonces, al menos Kicillof sí tiene razón respecto de la emisión cero?
Bueno, veamos nuevamente qué dicen los datos.
Si miramos la base monetaria en millones de pesos de 2015 vemos que prácticamente nunca para de crecer. Aunque, es cierto, hacia septiembre de 2018 se ve que deja de crecer con el mismo ritmo.
En esa época se iniciaba el período de emisión cero.
Si vamos a ver las variaciones mensuales, también se ve que hay una convergencia hacia casi el 0% de variación mensual de la base monetaria, tal como el presidente del BCRA de ese momento había dicho que pasaría.
Estas mejoras en la situación monetaria habían tenido algún efecto en calmar al dólar y estabilizar medianamente la inflación, aunque en niveles altos.
Ahora bien, ¿qué pasó en agosto de 2019? En dicho momento, Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner se impusieron en las elecciones PASO y las expectativas económicas cambiaron radicalmente. El dólar se disparó casi de un día para el otro, y en ese mismo momento, la estrategia monetaria fue abandonada, como puede verse tanto en el gráfico de la variación mensual de la cantidad de dinero, como el de la evolución total de los pesos emitidos por el Banco Central.
Si hacemos las cuentas, la política de emisión cero se mantuvo solamente por 10 meses, desde fines de septiembre de 2018 a principios de agosto de 2019, en lo que debe constituir un récord mundial por lo poco que se mantuvo una política monetaria.
¿Entonces qué podemos decir? Que la idea que intenta transmitir Kicillof es que la inflación no es un fenómeno monetario, porque quedó demostrado que a pesar de congelar la base monetaria y llevar a cero el déficit fiscal, la inflación no solo no bajó, sino que se duplicó entre 2018 y 2019.
El problema es que, en primer lugar, sus datos no son correctos. Kicillof exagera la duración de la política de emisión monetaria cero, que no duró 2 años, sino solamente 10 meses. Y miente o se equivoca groseramente con la política fiscal. A pesar de cierta corrección en los segundos dos años de la administración Macri, el déficit fiscal nunca fue 0%.
En segundo lugar, el hecho de que tras haber congelado la base monetaria la inflación se haya duplicado no demuestra que la inflación no sea un fenómeno monetario, sino que –PRIMERO- la política no duró el tiempo que debía durar para comenzar a dar sus frutos y, SEGUNDO, que si los agentes económicos anticipan que la política no se va a mantener en el tiempo porque el nuevo gobierno rechaza cualquier consideración ortodoxa en la política económica (como iba a ser el caso del regreso del kirchnerismo al poder), entonces ni la baja de la emisión, ni UN DÉFICIT CERO puede revertir las consecuencias.
Los agentes económicos reducirán drásticamente su demanda de dinero, se volcarán a comprar dólares y la inflación inevitablemente subirá a corto plazo, y –como ya expliqué en un video que tiene algunos años- nadie niega esto por más monetarista que uno sea.
Para ir cerrando, la teoría económica y la evidencia más robusta demuestran que la inflación sí es un fenómeno monetario impulsado por necesidades fiscales. Los países que lograron derrotar a la inflación lo hicieron con planes ortodoxos, que reducían la emisión o el déficit, o ambas cosas al mismo tiempo. Las críticas de Kicillof no solo van contra el consenso de los economistas, sino que, encima, consisten en una burda manipulación o ignorancia de los datos que cualquiera puede chequear con facilidad.
En consecuencia, sus críticas deben ser rechazadas.
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