Dinero, burbujas y bancos centrales

Iván Carrino / Viernes 20 de diciembre de 2013 / Dejá un Comentario

Martín Tetaz da una respuesta a mi respuesta a su artículo original sobre Bitcoin.

Recapitulando, él había señalado la volatilidad de Bitcoin como una muestra de la necesidad de tener un banco central que “asegure la estabilidad del signo monetario, evite las burbujas y sostenga el valor de la moneda”.

En mi post destaqué que el banco central de Estados Unidos (la FED), por ejemplo, no había sido exitoso ni en evitar burbujas -la de las punto com o la inmobiliaria, por ejemplo- ni en preservar el valor de la moneda, dado que desde su creación, el poder de compra del dólar cayó un 96%. Esto es importante porque estamos hablando del banco central más importante del mundo. La imagen de los bancos centrales en general se desluce todavía más si se observa lo que le pasó a nuestro signo monetario desde que se creó el BCRA.

En su reciente post, Martín observa dos puntos de mi argumento. En primer lugar, afirma:

Es verdad que el Banco Central estadounidense (la FED) ha tenido problemas con la burbuja hipotecaria del 2008/2009 y que en el largo plazo no ha cumplido con su mandato de sostener el valor de la moneda, pero en primer lugar nos falta el contrafactual; esto es: ¿qué hubiera pasado si la FED no hubiera existido en 2008/2009 o hubiera tomado un rol mucho más pasivo como el que tomó la autoridad monetaria en la década del 30 y que condujo por su inacción a la crisis más grandes de la historia?

Es cierto que es difícil hacer historia contrafáctica y lo que comenta Martín es “la historia oficial” de la crisis de los años ’30. Sin embargo, deben destacarse dos cosas:

Si bien no es contrafactual, sí podemos tener una idea de “qué habría pasado si” no hubiera existido un banco central al mirar la historia de los Estados Unidos con anterioridad a la creación de la FED. Según este estudio, las recesiones en ese entonces eran, en promedio, tres meses más cortas y las recuperaciones eran más rápidas “con un promedio desde el piso al pico previo de 7,7 meses, en comparación con los 10,6” del período posterior.

Por otro lado, para los economistas de la escuela austriaca es el mismo banco central el que ocasiona los ciclos económicos debido a que la expansión monetaria altera los precios relativos de manera tal que, tarde o temprano, estos tienen que ajustarse. Desde esta óptica, el momento de la crisis no es otra cosa que el momento en el que el mercado corrige los errores inducidos por la política monetaria. Si bien esta teoría tiene larga data (fue expuesta por Ludwig von Mises en la Toería del Dinero y el Crédito de 1912), ha sido dejada de lado por el mainstream de la economía. Sin embargo, en los últimos años importantes autores no austriacos han incorporado algunos de sus conceptos.

El segundo punto de Martín se refiere a lo razonable o no de pedirle a un banco central que sostenga el valor del dinero:

En segundo lugar, pedirle a un Banco Central que sostenga el valor de la moneda en períodos largos de tiempo, simplemente no tiene sentido porque las personas no ahorran en dinero, sino en activos financieros. Y no parece que a los ahorristas norteamericanos les haya ido mal en los últimos 100 años.

El problema de este argumento es que equivale a decir: “no tiene sentido quejarse porque al vecino le robaron su viejo Fiat 600 porque el vecino se traslada en su nuevo y reluciente BMW, mientras que su esposa utiliza la camioneta 4×4 que compraros el año pasado”.

Dejando la analogía de lado, este punto también entra en contradicción con la primera idea del banco central como ente que sostenga el valor de la moneda. Si lo que dice Martín es cierto, entonces habría que reemplazar la definición tradicional de dinero (“medio de intercambio, unidad de cuenta y reserva de valor”) por “medio de intercambio, unidad de cuenta y reserva de valor solo en el corto plazo”.

Además, y no quiero ser insistente con la cuestión, esta idea me recuerda a muchos economistas defensores de nuestro autóctono y querido “modelo” cuando dicen que lo necesario no es bajar la inflación sino “crear instrumentos de ahorro” que la superen.

Para finalizar ¿quiere decir esto que Bitcoin es mejor moneda que las emitidas por los bancos centrales? Partiendo de la base de que todavía no podemos siquiera considerarla “moneda”, no.

Sin embargo, al ser Bitcoin un intento serio de convertirse en una moneda en el futuro, la comparación con las monedas actuales es inevitable, así como lo es la comparación con el desempeño de los entes de planificación monetaria que las emiten.

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