3 años de Macri: mala praxis y mala suerte

Iván Carrino / Miércoles 19 de diciembre de 2018 / Dejá un Comentario

Si el kirchnerismo fue “soja y suerte”, lo de Macri es lo contrario.

El pasado 10 de diciembre se cumplieron tres años desde que la coalición Cambiemos gobierna democráticamente el país.

Tras ganarle a Daniel Scioli en el ballotage y luego de varias idas y venidas por la ceremonia oficial de traspaso, el mandato de Mauricio  Macri comenzó  oficialmente en dicho mes de 2015.

Una enorme expectativa asomaba en Argentina.

Recuerdo que un año después redacté un informe para mis clientes en donde me animé a ponerle una nota a la “Gestión M”. En su momento se había puesto de moda el tema,  porque el propio Macri se había calificado con un “8”.

La nota que yo le puse fue un 6, y el fundamento de la misma estuvo en tres aspectos positivos y algunos negativos

Por el lado de lo positivo había tres medidas concretas para destacar. La primera, la salida del cepo, que aún considero la mejor decisión de política económica de los últimos 10 años. La segunda, la eliminación de casi todas las retenciones a la exportación. La tercera, la designación, frente al Banco Central, de un economista comprometido con la baja de la inflación.

Ahora bien, si se habían tomado todas estas buenas medidas… ¿por qué un 6 solamente?

La respuesta es que muchos de los problemas heredados estaban muy lejos de resolverse, siendo el más fundamental el del agujero fiscal.

En su momento, escribíamos:

“El punto más flojo ha sido el poco compromiso con “la cuestión fiscal”. ¿A qué nos referimos con esto? A que el país atraviesa una crisis de gasto público infinanciable que implica el déficit fiscal más alto desde la época de la hiperinflación. El gobierno, para atender este problema, dijo que iría por el camino del gradualismo, pero en realidad ese gradualismo se transformó en un mayor déficit que el que ya teníamos.”

Paradójicamente, este punto flojo es el principal responsable de la crisis atravesamos en 2018. Es que producto de este agujero fiscal el gobierno tomó ingentes cantidades de deuda, lo que hizo a la economía mucho más vulnerable.

Finalmente, cuando se acabó la confianza, los capitales que llegaban para comprar bonos argentinos dejaron de hacerlo y se precipitó la crisis de balanza de pagos que llevó al peso a caer un 50% contra el dólar.

Hasta aquí la torpeza, inutilidad o incapacidad de la gestión Cambiemos.

ero eso no explica todo.

Mala suerte

Si se tratara solo de torpeza, el kirchnerismo (especialmente el de CFK y Kicillof) debería haber mostrado un desempeño largamente peor.

El gobierno de Cristina deterioró fabulosamente las cuentas públicas, empapeló el país con dinero del Banco Central, incumplió fallos internacionales, controló los precios de las empresas, restringió el comercio…

Obviamente, las consecuencias se notaron. La economía, durante los últimos 4 años de gestión K tuvo una performance paupérrima, con dos años recesivos y una inflación que –también- llegó al 40% anual.

Sin embargo, hubo algo que a CFK la ayudó para que las cosas no fueran incluso peores: el contexto internacional más favorable de las últimas décadas.

Y eso es algo que al gobierno actual le juega claramente en contra.

Veamos.

Durante casi la totalidad del mandato de CFK, la tasa de interés de la FED se mantuvo prácticamente en 0% (siendo negativa en términos reales). Además, en ese período la Reserva Federal norteamericana inyectó en el sistema nada menos que USD 4 billones (equivalentes a 8 PBI argentinos).

Hoy en día, la tasa de la Fed es de 2,2% y la autoridad monetaria yanqui ya lleva aspirados más de USD 500.000 millones desde noviembre de 2015. Todo al revés de cuando gobernaba CFK.

Por su parte, la tonelada de soja, que superó los USD 600 y promedió los USD 462 durante la segunda presidencia de CFK, tiene un precio promedio 23% más bajo en los años que lleva Macri en el poder.

Por si esto fuera poco, el Deutsche Bank comunicó recientemente que en 2018 el 89% de los activos en el mundo se encuentra en terreno negativo. Si tomamos el Índice de MSCI para las bolsas globales, encontramos que acumula una baja de 7,6% en dólares. Por su parte, el ETF de países emergentes cae 15%. En dólares, la bolsa argentina cae mucho más, pero no deja de ser parte de una tendencia generalizada.

Lo mismo pasa con el Riesgo País. Hasta el 12 de diciembre, el de Argentina fue el que más creció de la región. Pero no hay un solo país Latinoamericano en donde hayan mejorado las condiciones de crédito este año.

2018 va a mostrar la inflación más alta de los últimos 27 años y la caída del PBI más grande de los últimos 9.

Las responsabilidades recaen mayormente en la mala praxis del gobierno. Pero tampoco es para ignorar el cambio drástico de las condiciones financieras globales.

Publicado originalmente en Ámbito Financiero.

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