2001: ¿Por qué entramos en default si cumplíamos con los “criterios de Maastricht”?
Un viejo post de Lucas Llach ponía en duda que la crisis de 2001 tuviera origen fiscal porque en ese año el país todavía cumplía con los criterios de Maastricht (máximo de 3% de déficit fiscal, deuda/PBI inferior al 60% e inflación baja). Aquí se debate el tema y se encuentran explicaciones.
Siempre me resultó una pregunta interesante y hace unos días encontré otra respuesta posible al argumento de Llach. De Carlos Alfredo Rodríguez (UCEMA):
En algún momento creímos que éramos potencia porque cumplíamos con algunas de las famosas “condiciones de Maastricht”, entre ellas la baja tasas de inflación y un bajo déficit fiscal y nivel de endeudamiento (…)
Para entender el bajo déficit fiscal y la baja deuda de la Argentina hay que interpretarlos en el marco de la única condición de Maastricht que no cumplimos: la meta de tasa de interés. La Argentina no cumple esa meta ni la va a cumplir en tanto tenga entre 7% y 8% de prima de riesgo país anual (…)
Lo sorprendente del caso es que a pesar de nuestro “bajo déficit fiscal” nuestra prima de riesgo sea tan alta. La razón es que los inversores no piensan que el país pueda servir regularmente una deuda pública mayor de la que ya tiene. Si pensaran lo contrario estarían desesperados por prestarnos montos mayores a tasas más bajas y eso no ocurre.
La alta tasa de riesgo país desnuda la realidad de nuestra ilusión de pertenencia a “Maastricht”: tenemos una baja deuda en relación al PBI porque el mercado no quiere prestarnos y es por eso que debemos tener un bajo déficit fiscal. Cualquier intento de aumentar el déficit fiscal más allá de lo acordado con el FMI llevaría un aumento instantáneo de la prima de riesgo país y, de irse más allá de cierto límite, no habría tasa que equilibre el mercado y se llegaría a una crisis externa.
Los europeos cumplen con Maastricht porque pudiendo endeudarse no lo hacen. Nosotros cumplimos porque no tenemos más remedio. Esa es la diferencia entre un país desarrollado y uno “emergente”.
El extracto pertenece al artículo: “El dilema: Entre Maastricht y la Pobreza”, del libro “Argentina en transición”, Grupo Editorial Temas, septiembre de 2000.