El gobierno como máquina de impedir
Me hago eco de esta carta de lectores enviada a La Nación (los destacados son míos):
CASAS CLAUSURADAS
El 24 de enero se publicó en la sección Campo de este diario un artículo sobre las construcciones en seco, en el cual se destacaban sus bondades y utilidad para paliar el déficit habitacional. Desde hace 20 años me dedico a construir en seco empleando la madera, en sistemas reconocidos y aprobados a nivel mundial. He desarrollado la actividad en las principales localidades costeras, con más de 200 obras que avalan nuestra trayectoria. Sin embargo, en octubre de 2012, el Municipio de la Costa prohibió el sistema constructivo y clausuró 19 casas construidas por mi empresa en el barrio Costa Esmeralda, calificándolas de “precarias” y aplicando multas de 70.000 a 100.000 pesos a cada una. Las viviendas estaban habitadas, en algunos casos, desde hacía más de siete años. He realizado diversos pedidos de audiencia y gestiones ante el hoy diputado Juan de Jesús y su hijo lugarteniente, el director de Obras Particulares y el presidente del Concejo Deliberante, para que expliquen los fundamentos de tan insólito y arbitrario proceder. El tema es grave y caro también a los intereses colectivos y ambientales, dado que el entorno natural y la existencia de dunas en la zona donde se emplazan las casas “clausuradas” impone normativamente construir con fundaciones en madera y no en hormigón, como dice el Municipio que deben ser las construcciones. Desconozco cómo ha de concluir el pleito que me vi obligado a iniciar en los tribunales de Dolores. Lo cierto es que me produjeron un daño irreparable: mi empresa se encuentra paralizada desde hace tres años, tuve que rechazar numerosos pedidos de construcción y he perdido mano de obra que había formado en el arte de la construcción en madera. Frente a este despojo vejatorio, no me queda otro consuelo que la esperanza de que los tiempos que se viven en la República sirvan para tomar conciencia respecto del futuro que queremos para las generaciones futuras y la necesidad de erradicar de la administración pública la ignorancia, la soberbia, la corrupción y la voluntad de intervenir y apropiarse de todo, sin respeto por la ciencia, el patrimonio de los ciudadanos y las garantías tuteladas por la Constitución Nacional.
Alejandro Berro Madero
Presidente de Pino Amarillo SA
DNI 4.307.491
Aquí está el link a la empresa del autor, que por lo que se ve, es un empresario de Pinamar.
Una de las casas construidas por Pino Amarillo
