Igual que Europa en la posguerra, pero sin guerra de por medio
La estrategia del gobierno para salir de la crisis inflacionaria que él mismo generó tuvo como elemento fundamental (entre otros) el sinceramiento (al menos en un 80%) del INDEC. Esto, se sospecha, reside en la necesidad de restablecer las relaciones con el mundo financiero internacional de manera de obtener un crédito que alivie las cuentas fiscales y nos ahorre la necesidad de seguir expoliando a los tenedores de pesos vía el B.C.R.A.
Lo curioso es el parecido de la situación con la de la Europa continental del período posterior a la Primera Guerra Mundial.
La diferencia: no fue la guerra la que nos trajo hasta aquí, sino solamente un gobierno poco responsable.
3. Todos los contendientes, vencedores y vencidos, tenían presupuestos deficitarios y gastaban y se endeudaban por mucho más de lo que la recaudación de impuestos permitía. Además, todos ellos tenían monedas que, al carecer de convertibilidad con el oro y al crecer sostenidamente su cantidad, fluctuaban violentamente y se depreciaban con rapidez. Era muy necesario equilibrar el presupuesto y estabilizar las monedas con el oro.
4. Para facilitar el equilibrio presupuestario y la estabilización de las monedas se necesitaba una ayuda de aquellos países en condiciones financieras más sólidas. Esta llegaría en la forma de nuevos créditos, una parte de los cuales estaría denominada en oro para que los países dotaran de reservas a sus bancos centrales. Estos nuevos préstamos asistirían financieramente a los países golpeados y, sobre todo, los ayudaría a dejar de endeudarse con sus bancos centrales, lo que estaba arruinando sus monedas nacionales.
Benjamin Anderson: “Economics and the Public Welfare”, p. 103.
Suena familiar ¿No?
PD: Último momento. Volvió el crédito, al 6,5%.
