Populismo K: otro bombero pirómano

Iván Carrino / Jueves 3 de agosto de 2017 / Dejá un Comentario

Los que incendiaron el país, ahora se asoman con el camión rojo y la sirena encendida.

Son las dos de la mañana. Un  señor que va caminando por la calle, observa a unos 100 metros de él un auto estacionado a la mitad de la cuadra. Se aproxima al vehículo, saca de su mochila un bidón de combustible y lo derrama íntegramente sobre el automóvil. Segundos después, arroja un fósforo encendido.

Sale corriendo. Hace dos, cinco, hasta diez cuadras.

Llega al cuartel y da aviso a sus compañeros. Allí, los bomberos encienden las sirenas y el camión cargado de agua. El pirómano pasa por el vestuario, se pone el casco, la ropa ignífuga y se suma al convoy. Una hora más tarde, el fuego está apagado y la situación controlada. Quién incendió el auto permanece como un  misterio.

La situación descripta, está claro, no es algo que ocurra de manera frecuente. Los bomberos no son precisamente personas que disfruten incendiar autos ni casas. De hecho, más bien lo contrario, son apasionados por apagar esos incendios.

Pero, cada tanto, puede ocurrir que haya un bombero pirómano.

Ahora donde es más frecuente encontrar este tipo de personajes es en la arena política. Allí los bomberos pirómanos son moneda corriente. Primero encienden el fuego, luego desaparecen por un rato. Finalmente, se postulan como los únicos capaces de apagarlo.

Obviamente, el populismo es una expresión flagrante de este tipo de ayudas que destruyen.

Así no se puede seguir

El principal slogan de campaña del partido Unidad Ciudadana, que dirige Cristina Fernández de Kirchner, es que “así no se puede seguir”. Claro, una vez que incendian el auto se quejan porque se está prendiendo fuego.

Es que, no casualmente, cuando el kirchnerismo fue gobierno generó la inflación más alta desde la salida de la convertibilidad. Ahora que esa inflación se refleja en los precios  de los consumos populares, “así no se puede seguir”.

Cuando los que ahora se ocultan bajo la Unidad Ciudadana gobernaron el país, multiplicaron por 13 la emisión monetaria. Ahora que eso se materializa en la inevitable caída del poder de compra del salario, “así no se puede seguir”.

Cuando el kirchnerismo estuvo en el poder, se consumió todos los recursos públicos, y transformaron un superávit de 3% el PBI en un déficit de 6%. Cuando la contrapartida inevitable de ese déficit –la deuda pública- comienza a crecer, “así no se puede seguir”.

Cuando estuvieron en el poder, destruyeron el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos para que les entregara cifras fantasiosas. Una vez que los números se corrigen y surgen de la investigación profesional, el estado calamitoso de la economía sale a la luz… y “así no se puede seguir”.

Además, el gobierno kirchnerista protegió a la industria nacional a punto tal de hacerla incapaz de competir con el mundo. Una parte de ella solo sobrevive gracias al subsidio estatal y los extravagantes precios que nos cobran a los consumidores. Si alguien quiere modificar aunque sea levemente este esquema, “así no se puede seguir”.

Por último, cuando gobernaron el país combinaron la más elevada inflación con exhaustivos controles de precios que ahogaron al sector energético nacional. Ahora, cuando los precios reflejan la escasez y saltan respecto de la ficción que se imponía, la gente se enfrenta a la realidad. Unidad Ciudadana propone volver al esquema anterior, porque “así no se puede seguir”.

La estrategia del populismo es clara: plantar una bomba a punto de estallar; dejar que le estalle al gobierno siguiente y luego postularse como el salvador de la patria.

Es perverso. Pero, además, imposible que ocurra.

Bomberos con nafta

¿Qué pasaría si los bomberos del ejemplo inicial acudieran a la emergencia con mangueras llenas de nafta?  Claramente, no se apagaría nada, sino todo lo contrario.

Lo mismo pasa con el populismo K.

Todos los problemas que enfrenta Argentina hoy, como el déficit fiscal, la inflación elevada, la asfixia del sector privado, la crisis energética y la falta competitividad se originaron o se profundizaron durante (y por acción de) los tres períodos de gobierno kirchnerista.

Por si esto fuera poco, las propuestas que se ofrecen para resolver esos problemas, terminarán generando más de lo mismo.

Los que incendiaron el país ahora se postulan como salvadores de la patria, pero solo proponen apagar el incendio echándole más nafta. Es hora de dejar de escucharlos.

Publicado originalmente en Contraeconomia.com

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