Los “gastoenterrólogos” por @dalesmm
Mercedes D’Alessandro escribe en la Revista Crisis un entretenido artículo (aquí una versión online) sobre los hijos de la hiperinflación que arranca con algo que Martín Tetaz llamaría “memoria episódica”:
… los hijos de la hiperinflación, hemos visto a nuestros padres y abuelos corriendo para ganarle al remarcador serial del almacén del barrio y hemos aprendido que ahorrar también es stockear fideos, azúcar y latitas de conserva en la alacena. Hemos conocido esos billetes de miles y medio millón de pesos. Usamos australes y aprendimos de chiquitos que se ahorra en dólares porque los pesos son traicioneros.
Luego hace un análisis de las diferentes posturas sobre la inflación y engloba a los que creen que el problema es monetario en el grupo de los “gasto-enterrólogos”:
… generación de economistos y economistas que entiende que la causa actual de la inflación es el alto nivel de Gasto Público. Su recomendación es lisa y llanamente bajar este gasto, lo que -por supuesto- puede significar muchas cosas. Puede ser un recorte del 13% en salarios de empleados públicos y jubilaciones como el que llevó adelante De La Rúa buscando “el déficit cero“ allá por el 2001, asesorado por Lopez Murphy. Hoy podría significar retroceder con la AUH, o los subsidios que se han ido conquistando como paliativos de una estructura productiva que no termina de acoger a todos como trabajadores plenos y bien remunerados
El problema con esta afirmación es la repetición del discurso oficial en el que para achicar el gasto hay que tocar la Asignación Universal por Hijo. Eso es completamente falso. Obsérvese el gráfico siguiente del gasto corriente total del año 2013:
El gasto público corriente en 2013 fue de $ 690.000 millones. El gasto en AUH, de $ 14.000 millones, un 2,0% del total.
¿No es evidente que un programa de ajuste de gasto público puede hacerse sin necesidad alguna de recortar la AUH?