La importancia de los precios libres
Benjamin Anderson, en la página 37 de “Economics and the Public Welfare” (1949):
[Los precios] Tenían la importante función de ordenar las prioridades, la asignación y el racionamiento. Este es su trabajo cotidiano. Es el trabajo de los precios y los salarios libres determinar si el trabajo y los insumos deben asignarse a la producción del bien “A” o el bien “B”. Los precios en alza quieren decir más producción. Los predios en baja, menos. Los precios en alza quieren decir menos consumo. Los precios en baja, más consumo. Con precios libres, los bienes se distribuyen entre los consumidores de acuerdo a las relativas urgencias de la demanda. Con precios y salarios libres, se producen los bienes más urgentemente demandados mientras que cae la producción de los bienes que se demandan con menor urgencia.
Cuando los precios son fijados por el gobierno, es el gobierno el que debe realizar de manera directa lo que los precios libres harían sin su intervención. Es el gobierno el que debe asignar los bienes. Es el gobierno el que debe asignar las prioridades. Es el gobierno el que debe racionar los productos. Si se fijan los salarios, es el gobierno el que debe decidir llevar el trabajo desde la producción de bienes menos urgentemente demandados hacia la producción de los bienes más urgentemente demandados. El control de precios en sí mismo tiende a trastornar de manera perversa el control de la producción y el consumo. La política de mantener los precios bajos y no hacer nada más incentiva el agotamiento de los insumos, que durarían más tiempo si sus precios fueran más elevados.