Los errores de la Nueva Derecha

Iván Carrino / Martes 4 de diciembre de 2018 / 46 Comentarios

Un trabajo fácticamente equivocado y con un estilo más propio de una cancha de fútbol que del debate de ideas.

Me compré El Libro Negro de la Nueva Izquierda el 2 de mayo de 2017. Ya conocía a Agustín Laje y, en general, me gustaba lo que escribía.

Solía publicar textos bien investigados, destacando siempre el valor de la libertad individual, muy al estilo de Ayn Rand. Estoy hablando de épocas en donde Agustín criticaba el populismo de Cristina Fernández, tiempo después de haber escrito largamente sobre la temática de los ’70, una que no encuentro especialmente interesante.

Para escribir El Libro Negro, de hecho, recuerdo que me pidió algunas referencias para buscar datos económicos, cosa que hice animadamente.

En 2015 leí el libro… O la mitad de él…

La sección que escribe Agustín me parece muy buena, tanto que hasta hemos hablado sobre el tema en un espacio radial que supe tener este año. Su planteo, en resumidas cuentas, es que la izquierda, esa que otrora luchaba por emancipar al proletariado de la prisión capitalista, ha perdido la batalla principalmente porque el trabajador la pasa fenómeno en las economías capitalistas.

Teléfonos celulares, hornos microondas, automóviles, ropa, salud, educación, hoy todo es increíblemente más accesible al “trabajador explotado” gracias al capitalismo.

Dicha  derrota, manifestada en el derrumbe del Muro de Berlín, sin embargo, no fue suficiente para terminar con las ideas de izquierda y, según explica Laje, la izquierda ahora busca nuevas “minorías explotadas” para de ahí volver a subvertir el orden social capitalista.

El feminismo radical es un claro exponente de esta narrativa[i].

Ahora bien, el Libro Negro no se limita solo a analizar el feminismo como nuevo frente abierto de la “batalla cultural”. En una segunda sección, escrita por el abogado Nicolás Márquez, se trata el tema del “homosexualismo”.

Esta sección es verdaderamente nefasta, así que a continuación me gustaría remarcar los principales errores del análisis allí volcado. Llama la atención que una persona tan formada y aparentemente sensata como Agustín Laje no los haya advertido.

El Lado Oscuro del Libro Negro

Recuerdo que en 2015, cuando terminé de leer la (a mi juicio) buena sección escrita por Agustín Laje, intenté avanzar con la Parte II, titulada “Homosexualismo Cultural”. Al ver que el autor usaba como sinónimo de “homosexual” y “homosexualidad” a “sodomita” y “sodomía”, dejé de leer. Me pareció un trato sencillamente despreciable que no merecía un segundo más de atención.

Los liberales que miramos la televisión podemos recordar, por ejemplo, a Javier Milei tratando al kirchnerismo de “sodomita del capital”, por lo que la palabra sodomía no podía tener connotaciones muy positivas que digamos.

Tratar así al prójimo no suena bien en ningún caso, a menos que queramos ofenderlo deliberadamente.

Dejé ahí el libro entonces y no volví al tema…

Hasta este año.

Ver a algunos liberales atacar (quizás sin darse cuenta) a minorías sexuales me hizo pensar que están cometiendo el mismo error que solemos criticar: el analizar en términos de conjuntos, como si “los hombres” fueran todos “violadores” o “los ingleses” fueran todos “piratas”. Ahora parece que “los gays” tienen “una agenda”, ¡y que van a imponer el comunismo!

Decidí, entonces, ir a la fuente y retomar la parte II de El Libro Negro de la Nueva Izquierda, un cúmulo de falacias, agravios gratuitos, descalificaciones de baja estofa y un paupérrimo nivel intelectual oculto bajo una prosa supuestamente elegante.

De sodomía y sodomitas

Nicolás Márquez utiliza la palabra sodomitas alrededor de 21 veces en el libro. La palabra sodomía,  por su parte, se repite 38. Siempre que están utilizados estos vocablos, el autor se está refiriendo, bien a los homosexuales, o bien a la homosexualidad.

Cuando comenté en Facebook que este trato me parecía despreciable, hubo quienes me “explicaron” que, “técnicamente”, el uso de la palabra era correcto.

¿Será? Veamos.

De acuerdo con la Real Academia Española (si es que de algo sirve), la palabra “sodomía” quiere decir “práctica del coito anal”.

¡Voilá! ¡Márquez tiene razón!

No, ni por un instante.

En primer lugar, porque perfectamente puede haber una persona homosexual que no practique el sexo anal (mujeres lesbianas, por ejemplo, hombres célibes, vírgenes…). De acuerdo también con la RAE, homosexual es una persona “inclinada sexualmente hacia individuos de su mismo sexo”. Inclinarse sexualmente no quiere decir practicar el acto sexual, sino sentir atracción por personas del mismo sexo. Menos aún, claro, quiere decir qué tipo específico de relación sexual tiene la persona homosexual.

En segundo lugar, porque el coito anal no es una característica específica y definitoria del homosexual. ¿O acaso las mujeres heterosexuales no pueden realizar dicha práctica? ¿Serán ellas también unas sodomitas para Márquez?

En tercer lugar, porque incluso en el caso de quienes sí practican el coito anal y sí son homosexuales, ¿a quién se le ocurre definir a las personas por ello? ¿O acaso a los heterosexuales se nos conoce como “vaginistas” porque practicamos el coito vaginal?

La denominación de sodomita para con el/la homosexual no es solo técnicamente incorrecta e imprecisa, sino que refleja el halo de desprecio que el autor tiene con esta forma de vivir la sexualidad.

“La lucha no es contra el homosexual”

Antes de comenzar de lleno con su argumento, Márquez lanza una contundente aclaración, que reproduzco aquí abajo (las negritas son mías):

“… al referirnos a la homosexualidad de ahora en adelante, lo haremos aludiendo tanto a su militancia como a la ideología homosexualista que hay en ella, pero en modo alguno al individuo o a los individuos que, en prudencia y discreción mantienen en su vida privada una intimidad de tinte homosexual. Dicho de otro modo, los argumentos que expondremos a lo largo de nuestras anotaciones tendrán como blanco no al individuo que padece dicha tendencia, sino a aquellos que la ideologizan haciendo de esa inclinación un panegírico…”

Nótese la profunda contradicción de este párrafo. Busca separar sus críticas a la militancia homosexual de la persona homosexual en sí, pero al hacerlo tira dos bombas.

La primera: que está todo bien  con la homosexualidad, siempre que se mantenga en “prudencia y discreción”. ¿Le molestará igual a Márquez que una pareja heterosexual no mantenga dichas “prudencia y discreción”?

La segunda: que los homosexuales “padecen” una tendencia. De acuerdo a esta visión, los homosexuales son víctimas de algo feo que les pasa, y no individuos libres que, como todos los demás, elegimos en nuestra vida de acuerdo a nuestros principios, recursos, limitaciones y comodidades, cómo queremos vivirla.

Este tema no queda solo aquí, sino que se extiende y desarrolla un poco más adelante.

En una parte de la obra, donde aborda el tema de la “compasión” como un elemento también cooptado por la izquierda, sostiene:

“… la compasión es un noble sentimiento humano relacionado con la conciencia del sufrimiento ajeno y el consiguiente deseo de aliviarlo. Pero ocurre que este sentimiento es manipulado por la ideología del género, porque aquí no se percibe como compasivo a todo aquel que se acerque al homosexual con el fin de ayudarlo, sino a quien se acerca para ponderar sus hábitos (…)

O sea, con ese criterio, ante un amigo alcohólico la compasión no consistiría en intentar rescatarlo de su desarreglo, sino en proveerle mayores dosis de bebida para que no se enoje ni sufra abstinencia etílica (…) tal acción no favorecería a la persona sino a la permanencia de sus malos hábitos”.

O sea, el homosexual o bien “padece” su “condición”, o bien es un adicto como el alcohólico, o bien hay que ayudarlo a terminar con sus “malos hábitos”.

¡Menos mal que estos pensadores aclaran que no son homofóbicos y que son tolerantes con lo diverso!

Por último debemos comentar que si por militancia homosexual el autor se refiere a que algunos pidan cupos en las empresas privadas o subsidios específicos para determinadas orientaciones sexuales, etc. queda claro que uno puede oponerse perfectamente a esos reclamos (como lo he hecho yo, por ejemplo, en el caso del feminismo), sin pedir que los homosexuales no manifiesten amor en la vía pública ni sostener que son víctimas de una enfermedad o algo parecido.

Además, ¿cómo es este argumento de que está todo bien con ser homosexual pero no con promoverlo o demostrarlo? ¿Acaso aplicarían la misma fórmula a la heterosexualidad? ¿Quién es Nicolás Márquez para decir qué se puede promover y qué no acerca de prácticas que tienen que ver con la intimidad y las relaciones personales?

¿A quién daña la homosexualidad, la transexualidad, la castidad o el poli-amor, siempre que ocurran en el marco de relaciones consentidas?

No hay argumentos racionales para responder esta pregunta. Y mucho menos los hay desde la perspectiva individualista. Porque está claro que si el argumento va a ser que “hay que promover la especia y la reproducción”, entonces resulta que – en un abrir y cerrar de ojos-  nos convertimos en una raza animal a conservar.

No es la idea.

Peligroso argumento numérico

A poco de comenzar el primer capítulo de su sección, titulado “Comunismo y Sodomía”, el abogado y escritor aborda el tema de la cantidad de homosexuales que habitan el planeta.

Su objetivo es refutar “uno de los mitos más exitosamente repetidos por la militancia homosexual”, que el 10% de la población es gay y que, por tanto, sus “proclamas y reclamos no forman parte de una ‘necesidad de la sociedad’ sino de discutibles pretensiones de un sector marginal convertido en poderoso”.

Entrar en esta discusión es sumamente peligroso y rememora discursos de políticos populistas con claros proyectos autoritarios.

¿O nos olvidamos cuando, luego de multitudinarias marchas contra el gobierno de Cristina Fernández, sus funcionarios y hasta la propia CFK las minimizaban aduciendo que eran parte de un sector minúsculo que  quería “viajar a Miami”?

Para el caso, los liberales también somos una minoría en un país que siempre vota al peronismo o a cualquiera de sus variantes… ¿deberíamos dejar de ser liberales? ¿Deberían prescribirnos del debate púbico? ¿Deberían dejarse de lado nuestros reclamos?

A uno puede no gustarle un argumento o una forma de vivir, pero el número de personas que defiende ese argumento o forma de vivir no dice absolutamente nada sobre los mismos… A menos que estemos cediendo a los argumentos totalitarios de quienes decimos ser acérrimos enemigos.

El SIDA como castigo

Como si este autor rayano en barrabrava de “La Doce” no pudiera dejar lugar común y frase desafortunada sin decir, en repetidas ocasiones describe que varios de los militantes, algunos con “obsesiva faloadicción” (sic), murieron de SIDA producto de sus indeseables actividades.

De Paul Varnell, dice que murió de sida por sus “costumbres”.

De Guy Hocquenghem, dice que murió de SIDA por su “desaforada vida sexual”.

De Paco Vidarte, dice que murió de SIDA por “sus hábitos licenciosos”.

Y podría seguir, pero… ¿a quién se le ocurre? ¿Qué clase de persona escribe estas cosas?

Sostener este tipo de afirmaciones es propio de un “hater”, de un resentido y de un ignorante.

En primer lugar, porque incluso cuando el SIDA fuera una enfermedad propia de los homosexuales –que no lo es- existen prácticas absolutamente seguras para prevenirlo: por ejemplo, ¡el uso de preservativo!

Ahora lo peor de todo es que ni siquiera es cierto que esta enfermedad sea un castigo divino para los homosexuales como a Márquez le gustaría. Es que, si bien en Estados Unidos la población gay es la más afectada por el virus, no ocurre lo mismo en España. De acuerdo con el Ministerio de Salud de dicho país, 50% de las infecciones llega como resultado del intercambio heterosexual.

Si tomamos al mundo como un todo, ocurre lo mismo. De acuerdo con la Fundación Henry Kaiser, dedicada a temas de salud pública en Estados Unidos, en el mundo “la mayoría de las infecciones de HIV son trasmitidas de manera heterosexual”. El mismo dato es refrendado por el escritor James Finn, tomando información de Naciones Unidas.

Conclusión

La Nueva Derecha es, como la vieja, y como el liberalismo, antiizquierdista y antimarxista.

Sin embargo, ahí se acaban las coincidencias.

Los liberales respetamos de manera irrestricta el proyecto de vida de los demás. Y la palabra “respeto” es clave porque es muy superior a “tolerancia”. En temas de orientación sexual, no se trata de “tolerar” algo desagradable, sino de aceptar y valorar formas diversas de llevar la vida.

¿Desde qué pedestal moral vamos a juzgar las decisiones individuales de los demás?

Claro que podemos juzgar moralmente determinados actos, como el robo, la estafa, el asesinato, la corrupción, el acoso… ¿Pero cuándo la elección sexual de una persona se volvió sujeto de ese escrutinio?

Ahora bien, en el caso de El Libro Negro de la Nueva Izquierda, ni siquiera se trata de ser o no liberal. Se trata de tener ciertos códigos. De tener don de gente, de no ser un “bully”, un barrabrava, y de no ridiculizar aquello que nos es ajeno.

Finalmente, el libro de Nicolás Márquez no tiene ningún argumento contundente contra la “militancia homosexualista”. Es solo un panfleto discriminador, plagado de prejuicios y desbordante de falacias ad-hominem propias de una revista de chimentos.

Confío en que –a pesar del éxito de esta obra- ideas tan agresivas y atrasadas no prosperarán en el debate público. Y que, como viene ocurriendo, la sociedad occidental continuará siendo cada vez más inclusiva y respetuosa de la diversidad individual.



[i] Si bien a mí el texto de Agustín me pareció muy bueno, es también interesante ver la crítica realizada por la economista María Blanco, quien en las páginas 197 a 203 de su libro de 2017, Afrodita Desenmascarada, sostiene que la relación que hace Agustín entre feminismo y pedofilia es “forzada” y que algunas autoras que él cita son realmente marginales y no representantes del movimiento feminista.

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Update – Fe de Erratas 11/12/2018: En la sección donde abordo el tema SIDA, tomo datos de una nota de El País con supuesta referencia al contagio heterosexual del SIDA. Revisando los datos del Ministerio de Salud en uno de los últimos informes publicados sobre la temática en España, encuentro que de los 2430 nuevos casos de diagnóstico de la enfermedad, 53,2% tienen como modo de transmisión el intercambio sexual de hombres con hombres, seguido de 27,3% por el intercambio de parejas heterosexuales (Tabla 9 del informe: VIGILANCIA EPIDEMIOLÓGICA DEL VIH y SIDA EN ESPAÑA, disponible aquí  https://www.mscbs.gob.es/ciudadanos/enfLesiones/enfTransmisibles/sida/vigilancia/InformeVIH_SIDA_2016.pdf).

Obviamente, eso no va contra mi punto principal, que es el de demostrar que el SIDA no es una enfermedad propia de los homosexuales, sino que también pueden ser víctima los heterosexuales. Otra argumento que he recibido es que entre hombres homosexuales existe una mayor proporción de VIH que en la población heterosexual. Ese dato, aunque cierto, no quita que el SIDA pueda prevenirse,  con preservativo. Es por ello que asumir que, porque existe esa mayor proporción, el SIDA es producto de ser homosexual es nuevamente incorrecto.

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Comentarios

  1. Gabriel Zanotti

    Martes 4 de diciembre de 2018 a las 8:18 am

    Coincido, y mi posición con respecto a la homsexualidad y otras prácticas, desde un punto de vista JURÍDICO, es LA MISMA que la tuya, aunque mantengo mi reserva desde un punto de vista moral. Yo también, por lo demás, considero que el libro de María Blanco es insuperable en este tema. No reproduzco tu art. en mi muro para no produndizar la grieta que ya se ha producido: tengo esperanzas (tal vez vanas) de ver cómo reaccionan los de la nueva derecha ante mis propias aclaraciones.

    Responder
    • Iván Carrino

      Miércoles 5 de diciembre de 2018 a las 7:58 am

      ¡Gracias Gabriel! Pero es como te decía en Twitter, vos podés tener tus reservas, pero tu actitud siempre es de respeto. Aquí se ensalza poco menos que el odio al diferente y con argumentos realmente de dudosa calidad.

      Yo entiendo que *específicamente en este tema* no podemos considerarnos los dueños de la verdad, y sigo bastante lo que plantea Alberto de diferencias tolerancia de respeto por lo siguiente, que seguramente habrás leído más de una vez:

      “No se requiere que compartamos ni siquiera que comprendamos los proyectos de vida del prójimo, se necesita, eso sí, que se los respete. No cabe aquí el uso de la expresión “tolerancia” puesto que se trata de una extrapolación ilegítima del campo de la religión al del derecho. Los derechos no se toleran, se respetan. El recurrir a la expresión “tolerancia” implica cierto tufillo a arrogancia y presunción del conocimiento. Trasmite la idea de que algunos poseen la certeza y la verdad absoluta y deben tolerar los errores de otros.” (https://independent.typepad.com/elindependent/2011/10/el-liberalismo-como-respeto-al-pr%C3%B3jimo.html)

      Abrazo!

      Responder
  2. Fabio Gonzalez

    Martes 4 de diciembre de 2018 a las 10:29 am

    No es muy común encontrar la fascinante coincidencia , al menos en nuestras pampas,de un pensamiento abiertamente liberal ,como el de Ivan Carrino, sin trampas . Con pluma ágil y entrenada, se va convirtiendo por derecho propio en un bravo espadachin del pensamiento y la filosofia liberales puesto que su mirada vive atenta no sólo a las variables economicas sino a todo el acontecer humano. Un joven y auténtico liberal. ¡ Cuánta falta hacia ! Bienvenido.

    Responder
  3. Bryan Bustamante

    Martes 4 de diciembre de 2018 a las 11:02 am

    Hay algo en lo que no concuerdo.
    Libertad individual es no es estado de naturaleza, no es libertinaje. El liberalismo es el respeto irrestricto del proyecto de vida del otro, y los tres derechos básicos son: a la vida, a la propiedad y a la libertad. El liberalismo es el respeto irrestricto en estos tres derechos mencionados. No en la identidad de valores morales. Si yo por ejemplo, tengo algo en contra de las prácticas homosexuales (que no lo tengo) porque tengo una concepción moral distinta por “X” motivo, pero no tengo actitudes totalitarias que impidan las prácticas, no por eso dejo de ser liberal.
    Te cito, Iván: “En la economía, respetarás
    a tu prójimo incluso cuando éste desee viajar en Uber y no en los taxis
    gubernamentalmente avalados. Respetarás a tu prójimo incluso cuando éste
    sea miembro de un partido político distinto al tuyo y sus ideas te parecen
    abominables.” Para mí “respeto” en este contexto significa no agresión, no impedir que sean del partido que sean, no impedir que tomen Uber, no poseer actitudes totalitarias. Decir lo que quiera, criticar que tomen Uber o sean de tal partido, no entra en conflicto con lo mencionado.
    Mientras que esos conservas no intenten imponer su concepción moral al resto de los individuos mediante la coerción y la coacción estatal, está todo bien…

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    • Eric

      Miércoles 5 de diciembre de 2018 a las 1:58 am

      Tal cual, no pierden la etiqueta de liberal en la medida que su rechazo por la forma de vida del otro no se transforme en un impulso hacia una legislación que efectivamente le complique la vida a ese ser, cosa que sí pasaba en el Segundo Mundo y en el libro se toman el trabajo de dejar en claro.

      Responder
    • Iván Carrino

      Miércoles 5 de diciembre de 2018 a las 7:52 am

      Interesante Bryan,

      Ahora bien, en la cita que hacés de mi escrito sobre el liberalismo económico, si mirás lo que escribo antes de ese párrafo aparece una frase de Benegas Lyngh (h) que, completa, dice esto:

      “No se requiere que compartamos ni siquiera que comprendamos los proyectos de vida del prójimo, se necesita, eso sí, que se los respete. No cabe aquí el uso de la expresión “tolerancia” puesto que se trata de una extrapolación ilegítima del campo de la religión al del derecho. Los derechos no se toleran, se respetan. El recurrir a la expresión “tolerancia” implica cierto tufillo a arrogancia y presunción del conocimiento. Trasmite la idea de que algunos poseen la certeza y la verdad absoluta y deben tolerar los errores de otros.”

      El párrafo es muy poderoso, y totalmente “hayekiano”. O sea, uno puede decir, siendo liberal puedo hacer lo que quiera mientras no mate a nadie, no golpee a nadie y no le robe o estafe a nadie… Pero el liberalismo de Hayek también era una actitud humilde ante la vida, donde yo no tengo la verdad absoluta sobre la mejor forma de vivir y, por tanto, “tolero que tengas estos hábitos malos”. Ah sí, ¿y cómo sabés que son malos?

      Específicamente en el tema de la elección sexual me parece que es imposible pararse en un pedestal moral y levantar el dedo acusador… ¿con qué argumento? ¿con que te vas a morir de SIDA?

      Dicho esto, en el caso de Márquez mi comentario sobre el liberalismo es un comentario que busca decir: “yo como liberal encuentro que esto es incorrecto”, pero luego digo que esto excede totalmente al liberalismo. Es simplemente una cuestión de educación y no ser un canchero de cuarta que se burla de los demás.

      Saludos!

      Responder
      • Adrian

        Lunes 10 de agosto de 2020 a las 6:59 am

        Ivan, si bien siempre te respete…
        Diria que esta vez oscilas de pecar de soberbio hasta rozar la estupidez.

        Voy por partes:

        “Uso la palabra sodomita x cantidad de veces!!!”
        Si, y?
        Sabes bien que sectores de la izquierda reconfiguran el significado de palabras como “Heterosexual”, “Familia”, “Hombre” etc.
        Y hoy en dia no son mas que terminos peyorativos de los cuales uno tiene que avergonzarse (!)… y si bien no creo en contestar un agravio con otro, por que no puntualizas sobre lo que va el libro en lugar de ir a una critica sobre el lenguaje?
        Dicho esto, de hecho, puedo definir, que hoy en dia es mas grave autoproclamarse en la calle “hetero” que hacer un chiste abiertamente racista, de hecho… puede que hasta se cuestione tu “Heterosexualidad”, ironico como cambian los tiempos y el juego de la violencia va a la inversa pero no deja jamas de ser jugado.
        Lo mismo que digo del feminismo : “Jamas les molesto el latigo, si no que quien lo empuñaba no eran ellos”

        No podes proclamarte hetero, no podes proclamarte “que queres una familia de tal o cual manera”, no podes proclamarte religioso (salvo que sea de una religion minorista en occidente) y asi un sin fin.
        Aclaro de antemano que soy hijo de padres separados, y que medianamente la familia como institucion me da igual, y lo mismo la iglesia.

        Digo, por que no te cansaste mas arriba de hacer un sin fin de ataduras y vinculos pelotudos, quiza los hagas con mi texto (Si, de hecho tambien vas a criticar mi aclaracion)
        Agrego, no te molesta cuando por tildarte a vos mismo de liberal te llaman cavernario o te vinculan a ideas incorrectas?
        Bien, creo que tengo un punto entonces, esa critica errada y de asociacion perniciosa… Es por generalidad (en la argentina) de caracter socialdemocrata (izquierda light, seamos sinceros, no existen izquierdas como las del resto del globo aquí)
        Si bien no estoy de acuerdo en devolver el agravio, creo que marquez puede sentir ganas de devolver la cachetada con una generalidad que duela
        Prosigo
        “El colectivo LGBT TIENE UNA AGENDAAAA”
        No, como decis vos, no la tiene, pero si entendiste eso, no leiste el libro o sos un pesimo lector, y de hecho haces una pesima lectura social…
        Claramente, un conjunto de personas con ideas aisladas de algo con una interpretacion social tan amplia como la sexualidad… raramente va a movilizar una agenda, y aca es donde creo que rozas la estupidez, arrancando de manera intencional el caballo por el culo…

        No, los LGBT no tienen ni son una agenda, ni son un lobby…
        Pero son usados (lastimerio y sentimentalismo mediante) como ariete por gente que si tiene una agenda y si hace lobby.
        Dicho sea de paso, el feminismo como ariete para meternos clinicas o medicamentos que en otro lugar del mundo ya no se usan o estan prohibidos o catalogados como peligrosos (misoprostol) en un pais con los problemas de salubridad como lo es la Argentina
        Fuiste a un hospital publico vos alguna vez? vos crees que podrian llevar adelante los tratamientos que se proponen si ahora estan colapsados con 200.000 casos de covid? si, de antemano, se que los casos de covid ocupan de manera semipermanente las camas, pero tambien en mi defensa puedo decirte que se calculan 3 veces mas los abortos a realizarse en el mismo lapso de tiempo (numeros feministas)

        Basicamente estan usando a un grupo de presión social (Hoy en dia cualquier sector que necesite empatia lo es) para imponerte giladas
        HOLA, NO TE SUENA ECONOMICAMENTE A LOS ORIGENES DE MONOPOLIOS PERO APLICADO A LAS IDEAS?
        Por otra parte, y como pude ver que ya te lo dijeron mas arriba, mientras no use la maquinaria represiva del estado para limitar o sesgar las libertades basicas del tercero… por que habria de ser menos liberal?
        El peligro esta cuando se utiliza la fuerza o se incita a utilizar la misma, y claramente ese libro esta en la inversa de esa orilla, y criticando al uso de la fuerza estatal para instaurar organismos y leyes que son innecesarios, castrantes ….por no llamarlos autoritarios y fascistas.

        Le pregunto (y es algo que se desprende de dichos de mi viejo, haciendo referencia a ciertos dinosaurios de la tv)
        Uno, no puede tener derecho a sentir desagrado por…x y plasmarlo? (el hace referencia muchas veces a mirta legrand) Si… con un dicho no esta atentando contra las libertades consideradas como basicas?
        Peor aun… por que tenemos que instaurar politicas para “apañar” de manera diferencial a ellos que fueron tildados alguna vez por algun sector de “desagradados” en detrimento de otros sectores? (ley de cupos por ejemplo)
        Por que tiene que usarse el dinero del contribuyente para un trato diferencial?
        Este tipo de cosas ultimas, son las que aborda el libro y sobre las que va, pero usted decidio quedarse en el lenguaje, si bien es exactamente lo que critica del mismo.

        Que poco liberal es usted, señor carrino…
        Si bien la frase de mi viejo que dice “hasta la vieja facha tiene que tener su derecho a que x le caiga mal” siempre me cae mal, hoy la entiendo.

        Usted no es mas que que un liberprogre…
        Gente como la que hoy dia instaura en estados unidos regimenes de violencia valiendose de algun martir como el caso de floyd, un desgraciado que hoy en dia es bandera de mas violencia (terminemos la violencia con una bomba nuclear, no?) para poner en el trono algun nuevo tirano, mas violento que el anterior, sometiendo a la sociedad con una mascara de buenos modales (es de lo peor y mas nefasto que se me llevo a pensar)

        No estamos ni mas ni menos que ante el INGSOC. o a aquel gobierno incuestionable que reinaba en las tierras del sr bradbury en farenheit 451.

        Responder
      • Diego

        Sábado 23 de abril de 2022 a las 7:43 pm

        Pienso que estas más de acuerdo con Iván que en desacuerdo.
        Hablas de que no importa que se utilizes la palabra sodomía, cuando Iván asegura que la palabra sodomía no es característico de la homosexualidad si no de aquellos que la practiquen, sean hetero o no, y tú aseguras que te da igual la palabra, igual el concepto es para aquellos que lo practican.

        Si se tiene que tener un código de valores, con respecto al trato con las personas, pero siempre y cuando entre ellas se respeten, no puede a ver respeto si una de las partes se la pasa insultando, ahí estas en pleno acuerdo con Iván, básicamente respetos guardan repsetos.
        En una sociedad libre todos caben, sean conservadores, socialistas o facistas, pero eso sí, una vez que traten de aniquilar las libertades o derechos se van para la carcel. Hablas de que están mal decir que eres heterosexual, y me preguntó yo¿ cuando en la historia de la humanidad el ser heterosexual a sido recriminado ?, De hecho en las sociedades más libres en toda la historia, ambas sexualidades conviven pasificamente, pero en sociedades reprimidas como las islámicas ahí si que a los homosexuales los revientan a balazos. Ahí otro punto que estás de acuerdo con Iván que la sexualidad se tiene que respetar.
        Esas de acuerdo que las minorías sexuals o mayorías, no deben estar sujetas a agendas que se aprovechen de su sexualidad, incluyendo la agenda marxista y la evangelislam, que se aprovechan de su sexualidad para promover agendas esclavistas y colectivistas que aniquilan al individuo, ahí otro punto que estás de acuerdo con Iván. Así que no te preocupes que los liberales están desde siglos atrás enfrentándose a todo lo que aborreces ;)

        Responder
  4. Jose Luis Patiño

    Martes 4 de diciembre de 2018 a las 4:15 pm

    Excelente Iván! Sin duda esta “nueva derecha” es en realidad medieval. Me cansé de leer en Prensa Republicana referencias al ocultista Julius Evola, asesor de Musolini. Evola proponía el regreso al tradicionalismo esotérico que nada tiene que ver con los valores católicos que pone la nueva derecha como pantalla. En “Rebelión contra el mundo moderno” Evola decía lo mismo que Marquez. Nada nuevo. Antimarxismo, pero también antiliberalismo y anticapitalismo.

    Responder
    • Esteban

      Miércoles 5 de diciembre de 2018 a las 12:55 am

      A que te refieres con derecha medieval? Exactamente con el término medieval? Desde mi punto de vista el libro con expresiones incluso insinuosas para la discusión no compartidas por unos y aceptada por otros es una absoluta realidad la que expone y se apega a datos e información concreta y verídica. Y cito a Marquez y Laje quienes argumentan que: “quien no crea que esto sea correcto o esté en desacuerdo entonces que escriba el Libro negro del libro negro de la nueva izquierda.” dando a entender que mejor propongan una respuesta escrita y debatible y no una censura cobarde como suele darse en muchos países incluso Argentina su propio pais. El libro se escribió hace 2 años aprox y hoy día es más actual curiosamente y lo que escribieron y argumentaron hace 2 años esta en lo correcto aún mas 2 años despues, tenían razón este par de cabrones. De hecho, en 2 años la capacidad de debate de Laje y Marquez se ha afinado aún más al punto que el medio de “callarlos” es violentando o tratando de violentar su libre derecho de expresión (algo mil veces demostrable también) y no discutiendo con ellos con argumentos claros en un terreno público para una abierta opinión y análisis como debiera ser, últimamente se les intimidó de esta forma en España (demostrable) y no lograron nada prq cuando no se tienen argumentos o preparación para debatir es mejor quedarse en la trinchera como lo hacen la izquierda progre y los lobby de hoy dia (también tenían razón en esto, laje y marquez). El comentario hecho por este señor está bien realizado pero me gustaría ver más la prudente propuesta de un debate de ideas y las consultas concretas de forma personal cara a cara antes que leer lo que un papel o tablet aguante en una “crítica” que son buenas que se den pero de ahí no pasan. Espero quizás el libro en otros idiomas y posiblemente el volumen 2 para que se amplie y se exponga aún más como es realmente la. Nefasta ideología de género que es una realidad demostrable. 100% y NO un supuesto falso argumento de “medievales cavernicolas”. Soy de Costa Rica en donde también trataron de callarlos a Laje y Márquez (demostrable) hace 1.5 años aproximadamente cuando aún eran unos desconocidos. Saludos

      Responder
  5. Diego Novaresse

    Martes 4 de diciembre de 2018 a las 4:37 pm

    He escuchado varias veces a Nicolás Márquez en conferencias y en varias de ellas argumentó que la homosexualidad formaría parte de un proceso patológico el cual tiene cura, y que está siendo tratado por especialistas… También tienen conductas más riesgosas para su salud, padecen más ETS y viven menos que la media de la población.

    Quizás esto no figure en el libro..

    Responder
  6. Facundo Erramuspe

    Martes 4 de diciembre de 2018 a las 5:22 pm

    Soy docente, si hubiera “discriminado” alumnos por su orientación (algunos hoy son travestis), seguramente me cuestionaría muchas cosas. El “exceso” siempre es un arma de doble filo. Coincido con lo que expresas Ivan. Excelente análisis.

    Responder
  7. Carlos Agustin Barberan

    Martes 4 de diciembre de 2018 a las 6:20 pm

    Estimado Ivan:
    Ante todo felicitarte de publicar con tal altura una opinión sobre el libro y estar dispuesto a recibir comentarios al respecto.
    Por lo que aprovechando el espacio para hacer una pequeña acotación que entiendo que seria muy sano para poder aclarar las posiciones que hay al respecto.
    Ciertamente el tema que trata Nicolas Marquez en su parte del libro es sin duda el mas polémico en todo el libro. Polémico por una serie de factores (ya que el tema que desarrolla involucra las unas de las decisiones mas personales que puede hacer todo ser humano y abarca el aspecto mas intimo que tiene el desarrollo de la corporalidad humana), pero principalmente a raíz de una “Notada Militancia del Lobby LGBTIQ” hoy la sociedad prácticamente no tiene derecho a que se debata este tema abiertamente o peor aun el intentar hacerlo puede llegar un acto de discriminación o hasta un delito.
    Y si bien comparto que el lenguaje usado por Nicolas no es el mas feliz, en ningún momento el libro no propone lo que falsamente le endilgan a la gente de derecha de “prohibir al homosexual de que no se exprese o viva según su preferencias”.
    Ahora diferente es que obliguen a la gente a tener que aceptar que cualquier elección sexual (entre las que esta ser homosexual) tiene que ser moralmente aceptada (como de hecho pasa y que hoy en día es cada vez mas impuesto por el lobby de”Genero”) o peor aun que se obliga a aceptar que lo correcto es ser moralmente indiferentes respecto al tema. Y en este punto me sumo al comentario hecho por Gabriel y por Bryan.
    Ciertamente hay que respetar las decisiones de todos, pero toda la humanidad esta llamada a descubrir la verdad, mas allá de que después se quiera o no vivir siguiendo la misma (siempre que después se este dispuesto a aceptar las consecuencias morales de no seguir la misma).
    Por lo que creo que lo mas Justo es que se pueda organizar un coloquio al respecto donde tanto Vos como Nicolas puedan dar su punto de vista y se llegue a un entendimiento de por lo menos cuales son las posturas en disputa y se pueda hablar de este tema tan relevante para nuestra actualidad, pero tristemente cada vez mas, no se permite que hayan voces disidentes.
    Nuevamente felicitaciones y espero tu respuesta.
    Saludos.

    Responder
  8. Agustín Sueiro

    Martes 4 de diciembre de 2018 a las 10:35 pm

    Muy interesante la crítica. Estaría muy bueno que la Nueva Derecha realmente adopte prácticas de la verdadera vieja derecha y del paleoconservadurismo, que estaba muy cerca de los ideales liberales, y que se diferencian rotundamente del neoconservadurismo y del conservadurismo estructural.

    Responder
  9. Eric

    Miércoles 5 de diciembre de 2018 a las 1:54 am

    En sus conferencias y charlas en los medios suelen ser, tanto Márquez como Laje, tipos que van al grano con cierto punto y se cuidan de no bifurcarse y de no abrir varios frentes de batalla a la vez. A veces aplican la lógica de manera impecable, pero otras veces me parece que cometen ciertas falacias de generalización apresurada, ciertos saltos al vacío que son, dentro de la estructura de la ideología de género, posibilidades pero de muy baja probabilidad de ocurrencia. De todas formas, a mí en lo particular, me parece que sería incapaz de discutir con esta gente, debido a que mi formación es infinitamente inferior en varios temas (ése en particular) y por tanto me remito a las pequeñas cosas que puedo entender, desde mi cosmovisión… a mí también me molestó el masivo uso de “sodomía/sodomita” como término preferido de Márquez. A veces lo veo más como un bruto que como un intelectual; tiene cierta falta de tacto a la hora de comunicarse. Podría dejar en claro que siente rechazo a la homosexualidad en general pero ahorrándose esos términos sacados, pareciera, de un pastor evangelista brasileño. A Laje lo veo más cuidadoso en ese aspecto. Presiento que ambos rechazan la homosexualidad per se pero la toleran. Respecto a eso, quisiera destacar un detalle en donde no estoy de acuerdo en esta nota: se habla de que la tolerancia y el respeto son cosas que están a distinto nivel, cuando en realidad el respeto es algo que está adentro del concepto de tolerancia. De hecho la tolerancia es el pilar fundamental de la democracia, porque el ciudadano tolerante es el que convive, respeta y acepta aunque quiera para sí o para los demás otra cosa (por eso vota a un partido, pierde y acepta vivir como el resto dictó a través de su victoria). En ese sentido, más allá de las desafortunadas expresiones de Márquez, entendiendo prácticamente a los homosexuales como desgraciados a los que habría que ayudar a cambiar, remarco la tolerancia que hay en ellos, tanto en Márquez como en Laje, pues ellos pueden desaprobar la homosexualidad pero jamás -al menos así lo aseguran- estarían de acuerdo con establecer leyes que la castiguen y le hagan la vida imposible al homosexual. Eso es lo más importante.

    Responder
  10. Jack

    Jueves 6 de diciembre de 2018 a las 12:10 am

    Como siempre la formas les importan más que el fondo.
    Me extraña que a un economista poco le importen las cifras. Si Laje habla del sida es por que este se presenta mayoritariamente entre la población lgbti, lo cual nada tiene que ver con que Márquez lo diga de una u otra forma, tiene que ver con una triste realidad que no hay que tapar con un tratado sobre el buen o mal uso de la palabra sodomía.
    Que es torpe o no al expresar sus ideas al final es lo de menos, lo verdaderamente importante es lo que nadie le ha refutado y es el adoctrinamiento de los niños en la ideología de género ( qué obviamente vas a negar a priori), se está abusando de niños de menos de 10 años sometiendolos a una intensa carga de información sexual prematuramente que nada bueno les va a traer, ej: alentarles a masturbarse, tocarse entre ellos… a niños de 5 años!!!!
    Trataste de refutar a Márquez y no pudiste, solo lograste hacer lo que todos han hecho: gritarle homofóbico.

    Responder
    • Pedro

      Lunes 19 de agosto de 2019 a las 10:28 am

      Señor Jack, no existe ninguna ley que indique el adoctrinamiento que usted menciona, ni ninguna que promueva las enseñanzas que usted menciona en niños de 5 años. Si algún docente hace eso, es ilegal, de la misma manera que es ilegal el abuso, así de sencillo. No debe ver fantasmas donde no los hay.
      Y en cuanto al SIDA, en los últimos años ha crecido la incidencia entre personas heterosexuales, así que tomarlo como en los 80 como una “peste rosa”, es bastante desacertado científicamente.

      Responder
  11. Alintro

    Jueves 6 de diciembre de 2018 a las 10:29 pm

    Muy de acuerdo en general. Laje se nota una persona que si bien tiene sus prefencias morales, es más “abierto” y razonable. Pero guste o no Marquez es un tipo bastante más intolerante y poco serio. Y si bien la intolerancia no es ningun delito (o no debería), sí que es algo condenable. Y tratar a todo un grupo de personas de formas tan innecesariamente insultantes y descalificativa debería recordar a los autodenominados liberales, o libertarios, las veces que se les acusa de “facho neoliberal queres matar a los pobres”.

    Responder
  12. Marcelo

    Lunes 10 de diciembre de 2018 a las 10:27 am

    Estimado Ivan,

    En relación a la pregunta que haces, y la cito “¿A quién daña la homosexualidad, la transexualidad, la castidad o el poli-amor, siempre que ocurran en el marco de relaciones consentidas?”; creo que la respuesta no es tan simple “a nadie”. Diria, como responden los abogados “Depende”, de que?:

    Si el quehacer homosexual, no demanda, a través de su múltiples movimientos, que la comunidad heterosexual (específicamente, aquella que ve en la práctica homosexual, temas profundamente éticos y morales) No demanda que ellos renuncien a ver los temas éticos (forzándolos a través de las modificaciones de las leyes); si todo esto NO ocurre, entonces, la respuesta sería nuevamente “depende”: si el que responde es quien no ve temas éticos y morales en la práctica homosexual: la respuesta seria “a nadie”, si el que responde es quien ve temas profundamente éticos y morales en la práctica homosexual, la respuesta seria “a todos”.

    Responder
  13. Joseph Warrior

    Lunes 10 de diciembre de 2018 a las 9:32 pm

    Estoy totalmente de acuerdo con Jack, este señor Iván Carrino, que intuyo es Argentino disque liberal, cae en la misma falacia que intenta desvelar y atacar, primero criticando la forma, que por lo de más, lingüísticamente está correcta, quizás malamente o equivocadamente generalizada como adjetivo en el texto, (todo aquel, hombre y mujer que tienen sexo anal, se le llama sodomita, por que realiza sodomia), y realiza sus primeras reflexiones cual fémina isterica escandaliza por la forma, se despega final y totalmente del tema y problemática de fondo, que es querer imponer una idea al resto de la sociedad por coercion del estado, descalificando a otro grotescamente como troglodita del lenguaje, perdiéndose en lo vanal y dejando de lado lo importante. Carrino, como liberal deberías entender y aceptar que como Nicolás hay muchos, incluso del mundo científico y psicológico que postulan que la homosexualidad es un desorden, cosa que comparto, los datos lo demuestran (dato no relato, % de retorno al género original en adolescentes, índice de suicidios.. Etc). Y por último, Nicolás como yo y muchos Liberales, que sin dejar de serlo, pensamos igual y debemos tener la libertad de expresarlo como nos venga en gana, (debería mirar algunos videos de Milei en lo económico), siempre con el debido respeto a que un adulto puede hacer lo que le venga en gana con sus tendencias sodomitas en el ámbito personal, pero no caigas en descalificar toda una teorizacion por como tu moralidad progre, acepta y tolera estas tendencias, poniendo tu moralidad por sobre la moralidad de Nicolas, y que tu, por tu corrección verborreica y pueril, sea más o menos válida, te duela o no, los liberales son más cercanos a la derecha, esa tan retrógrada según tu, pero que en todo lugar en donde esta, deja que gente de estas minorías puedan expresarse e incluso renegar del mismo modelo que le da libertad de hacerlo. Por lo demás a ti ni te conozco, y Laje, Nicolás y Milei son ya un referente acá en Chile y en toda América de las ideas liberales. En resumen, puedes sodometizarte tu opinión que finalmente no tiene ningún argumento contundente sobre el “Loby LGBT… ” que plantea Márquez, siendo sólo un panfleto descalificador de sus formas, plagado de prejuicios a él y desbordante de falacias ad-hominem, propias de una revista de chimentos PROGRES.

    Responder
    • Iván Carrino

      Martes 11 de diciembre de 2018 a las 2:57 pm

      “siempre con el debido respeto a que un adulto puede hacer lo que le venga en gana con sus tendencias sodomitas en el ámbito personal”

      Parecería que tenemos una diferencia bien grande en lo que consideramos “respeto”. Saludos.

      Responder
      • Marcelo P.

        Lunes 17 de diciembre de 2018 a las 12:04 am

        Ivan,
        Estuve en la presentación de tu libro Estrangulados, que compré en ese acto, y te respeto como economista liberal, comparto muchas de tus apreciaciones.

        Pero disiento, en la mayoría de las opiniones que hacés en estos temas, morales y/o sociales, de los que se nota que no son de tu especialidad, ni has profundizado. Y es una verdadera falta de seriedad criticar ideas por “atrasadas”, como si la verdad o falsedad dependiera del presunto atraso o novedad.

        Lamentablemente, mezclas estas opiniones con el liberalismo, como si una persona no pudiera ser liberal en el sentido de sostener determinados principios institucionales de derechos y libertades civiles y económicas, y al mismo tiempo criticar y repudiar desde un criterio religioso y/o moral y/o científico las ideas y/o conductas de otras personas, sean mayorías o minorías. Confundir critica con odio es un grave error, y su resultado es la censura legal o de facto, que ya rige en la materia.

        ¿Acaso no puede un católico, o un cristiano, o un seguidor de la enseñanza biblíca (que considera una aberración que un hombre se vista de mujer), o un psiquiatra de la vieja escuela que consideraba como trastorno determinadas conductas sexuales, ser liberal? Yo creo que sí, en tanto se entienda el liberalismo en el sentido que dije en el párrafo anterior.

        Marquez y Laje critican, con fundamento a mi juicio, el lobby LGTB, con permanentes ejemplos de como ese lobby se impone, en Argentina y en otras partes del mundo por vía de políticas estatales coercitivas y liberticidas, por ej. INADI, casa trans financiada por R. Larreta, ideología de genero en la educación estatal y un largo etc.
        Ninguna crítica pública puede hacerse hoy en medios masivos a homosexuales, travestis, trans, es evidente. La censura y el temor a sanciones (ley de discriminación) se impone. Ahora, si sos liberal, ¿Por qué no defendés la libertad de expresión, porque no pedís el cierre inmediato de un organismo inquisitivo y represor como el INADI, en vez de criticar a Marquez?

        En el libro que cuestionas, es cierto que Marquez rechaza el homosexualismo, pero no dice que deba penalizarse la conducta homosexual (como ha ocurrido en muchas épocas de la historia, incluso en sistemas constitucionales republicanos, estados de USA, por ej.), ni anularse las libertades civiles de los gays, ni cuestiona el resguardo de las acciones privadas y las libertades de cualquiera. Es evidente Marquez sostiene el liberalismo, en el sentido que dije más arriba.

        Pero parece que no te bastan las libertades civiles, querés imponer el respeto a cualquier proyecto personal de vida y que “valoremos” (o nos abstengamos de criticar) cualquier cosa.NO. Nadie nos puede obligar a respetar y aprobar cualquier conducta sexual o de otro tipo, o cualquier proyecto de vida o de familia. Eso es ridículo, porque también dentro de un marco de libertad civil, política y económica, una persona puede tener proyectos de vida destructivos, ser ingrato, mal amigo,mal esposo, mal hijo, sucio, incumplidor, llevar una conducta sexual promiscua y dañina para sí y terceros, mil etc., y aunque no sea de escrutinio de la ley civil, si lo es desde otras disciplinas, como la religión, la moral, la psicología, etc.

        Disculpame, pero esa promoción de respeto que hacés hacia cualquier conducta sexual no sale de los autores liberales clásicos y más conocidos, sino de la mentalidad “progre” que está destruyendo la civilización occidental desde la revolución cultural de los 60 del siglo XX. No es de Locke ni Hayek de donde salen estas cosas, sino de Foucault y conexos.

        Saludos

        (x) Ha dicho claramente Rothbard, que la postura libertaria es no imponer por la ley una concepción de la moralidad, pero eso no impide que los libertarios, según su ética y estética personales, puedan opinar en contra de determinadas cosas (ver Hacia una nueva libertad, El manifiesto libertario).

        Responder
      • Iván Carrino

        Viernes 28 de diciembre de 2018 a las 4:09 pm

        Ok, planteás varios temas. Como respuesta general te digo que lo que hago en mi texto es exponer lo que considero errores del planteo de Máruqez, *además* de expresar su rechazo a su anti-homosexualidad.

        El problema de Márquez es que es tan colectivista como los colectivistas que los liberales criticamos. Él no valora a una persona en tanto individuo, sino en tanto pertenencia a un colectivo, en este caso, “ser homosexual”.

        Es eso, entre otras cosas, lo que lo deja afuera del liberalismo. Pero como digo en el artículo, ese es un tema *menor*. Lo grave es que se crea con la catadura moral como para decir “esto es bueno y esto es malo” en temas como la orientación sexual. Y lo grave es que, incluso diciendo respetar a los homosexuales, en realidad los trate con una falta de respeto que se nota desde Argentina a la China.

        ¿Puede un católido ser liberal? Por supuesto, pero para eso mejor leer a Zanotti, quien en sus diferencias, tiene una actitude

        Sobre el INADI, por supuesto que hay que eliminarlo. El estado no tiene que hacer de policía de opinión, pero no se trata de eso mi nota.

        Por último, el concepto de “civilización occidental” es demasiado amplio y ambiguo como para defenderlo a priori. De hecho, la economía de mercado ha desarmado la “familia tradicional” (ver aquí: https://fee.org/articles/capitalism-and-the-family/) y eso no necesariamente debería ser un problema.

        Por último, si vos sos heterosexual, claramente estás diciendo “esto me gusta, esto no”. Y eso está perfecto. Estás “discriminando” lo que querés de lo que no querés. Ahora eso no implica de ninguna manera que *en este tema particular* haya una postura moral superior. Mucho menos científica.

        Saludos.

        Responder
  14. George

    Viernes 14 de diciembre de 2018 a las 4:27 pm

    Buenas tardes, subestima la importancia de Agustin y Nicolas, es necesario que alguien baje al llano y combata en los medios las ideas que devengan en tiranías. Y por otra parte, cualquiera debería tener la libertad de ejercer su homofobia como le parezca, siempre que no atente contra las libertades de los demás. Así como usted ejerce su libertad criticando a los autores; crítica totalmente válida, por cierto, basada en argumentos razonables.

    Particularmente no concuerdo con la disputa de quién está más arriba en el libertómetro. La frase “divide y vencerás” aplica para todo y es mejor incidir en las coincidencias que en los desencuentros, sobre todo en estos tiempos de estados enormes y libertades recortadas. Con esto no pretendo que todos los liberales piensen y actúen igual, sino que sepan escoger a sus “enemigos” a corto plazo.

    Saludos.

    Responder
    • Iván Carrino

      Viernes 28 de diciembre de 2018 a las 4:01 pm

      ” cualquiera debería tener la libertad de ejercer su homofobia como le parezca, siempre que no atente contra las libertades de los demás”

      Y cualquiera tiene la libertad de expresar su desagrado con dicha forma de ver el mundo.

      Responder
  15. Marcelo P.

    Sábado 15 de diciembre de 2018 a las 12:35 am

    Ivan,
    Estuve en la presentación de tu libro Estrangulados, que tengo, y te respeto como economista liberal, comparto muchas de tus apreciaciones.

    Pero disiento, en la mayoría de las opiniones que hacés en estos temas, morales y/o sociales, de los que se nota que no son de tu especialidad, ni has profundizado. Y es una verdadera falta de seriedad criticar ideas por “atrasadas”, como si la verdad o falsedad dependiera del presunto atraso o novedad.

    Lamentablemente, mezclas estas opiniones con el liberalismo, como si una persona no pudiera ser liberal en el sentido de sostener determinados principios institucionales de derechos y libertades civiles y económicas, y al mismo tiempo criticar y repudiar desde un criterio religioso y/o moral y/o científico las ideas y/o conductas de otras personas, sean mayorías o minorías. Confundir critica con odio es un grave error, y su resultado es la censura legal o de facto, que ya rige en la materia.

    ¿Acaso no puede un católico, o un cristiano, o un seguidor de la enseñanza biblíca (que considera una aberración que un hombre se vista de mujer), o un psiquiatra de la vieja escuela que consideraba como trastorno determinadas conductas sexuales, ser liberal? Yo creo que sí, en tanto se entienda el liberalismo en el sentido que dije en el párrafo anterior.

    Marquez y Laje critican, con fundamento a mi juicio, el lobby LGTB, con permanentes ejemplos de como ese lobby se impone, en Argentina y en otras partes del mundo por vía de políticas estatales coercitivas y liberticidas, por ej. INADI, casa trans financiada por R. Larreta, ideología de genero en la educación estatal y un largo etc.
    Ninguna crítica pública puede hacerse hoy en medios masivos a homosexuales, travestis, trans, es evidente. La censura y el temor a sanciones (ley de discriminación) se impone. Ahora, si sos liberal, ¿Por qué no defendés la libertad de expresión, porque no pedís el cierre inmediato de un organismo inquisitivo y represor como el INADI, en vez de criticar a Marquez?

    En el libro que cuestionas, es cierto que Marquez rechaza el homosexualismo, pero no dice que deba penalizarse la conducta homosexual (como ha ocurrido en muchas épocas de la historia, incluso en sistemas constitucionales republicanos, estados de USA, por ej.), ni anularse las libertades civiles de los gays, ni cuestiona el resguardo de las acciones privadas y las libertades de cualquiera. Es evidente Marquez sostiene el liberalismo, en el sentido que dije más arriba.

    Pero parece que no te bastan las libertades civiles, querés imponer el respeto a cualquier proyecto personal de vida y que “aprobemos” (o nos abstengamos de criticar) cualquier cosa.NO. Nadie nos puede obligar a respetar y aprobar cualquier conducta sexual o de otro tipo, o cualquier proyecto de vida o de familia. Eso es ridículo, porque también dentro de un marco de libertad civil, política y económica, una persona puede tener proyectos de vida destructivos, ser ingrato, mal amigo,mal esposo, mal hijo, sucio, incumplidor, llevar una conducta sexual promiscua y dañina para sí y terceros, mil etc., y aunque no sea de escrutinio de la ley civil, si lo es desde otras disciplinas, como la religión, la moral, la psicología, etc.

    Disculpame, pero esa promoción de respeto que hacés hacia cualquier conducta sexual no sale de los autores liberales clásicos y más conocidos, sino de la mentalidad “progre” que está destruyendo la civilización occidental desde la revolución cultural de los 60 del siglo XX. No es de Locke ni Hayek de donde salen estas cosas, sino de Foucault y conexos.

    Saludos

    (x) Ha dicho claramente Rothbard, que la postura libertaria es no imponer por la ley una concepción de la moralidad, pero eso no impide que los libertarios, según su ética y estética personales, puedan opinar en contra de determinadas cosas (ver Hacia una nueva libertad, El manifiesto libertario).

    Responder
  16. Valentin Cots

    Domingo 6 de enero de 2019 a las 12:13 am

    Buenas noches Ivan. Veo, desde mi punto de vista, que la crítica a la sección de Nicolas Marquez, la cual consideras de “paupérrimo nivel intelectual”, no es lo suficiente como para descalificar completamente al libro en si y menos a la derecha. Si bien yo me he dado cuenta leyendo dicha secciona que los términos usados por Marquez para referirse al SIDA, al homosexualismo o a las conductas vinculadas a esta orientación sexual son un poco intolerantes e indebidos, no quita que el trabajo sea excelente y sustentado con información verídica. Respecto al SIDA, hay una vasta información en el subcapitulo “SIDA y autodestrucción” que demuestra como esta enfermedad se propaga muchísimo mas por las conductas homosexuales y el riesgo mayor que estos tienen respecto de los heterosexuales para contraerla (19 veces mas propensos a vivir con VIH según la ONU). De acuerdo al homosexualismo, el habla de la militancia de este, desde Harry Hay, Wilhelm Reich, Herbert Marcuse, etc… donde se la empieza a relacionar con el marxismo (por la ideología de estos referentes) para una lucha cultural contra el capitalismo, la institución familiar, la “heterosexualidad dominante”, etc.. como es típico de la izquierda. Ahora bien, si bien los modos y/ o términos de referirse pueden discutirse si estuvieron bien o no, me parece que el desempeño de Marquez en el tema “homosexualismo ideológico” es bastante acertado y pienso que es condenar al libro por determinadas expresiones. Al fin y al cabo, se refirió bien contra el lobby lgbt y/o homosexualidad ideológica y el aborto en su parte del libro.
    Saludos y feliz año :).

    Responder
  17. Andres Prieto Cochet

    Lunes 29 de abril de 2019 a las 10:28 pm

    Ivan, excelente como siempre. Claramente tu critica y/o “condena” es a la falta de respeto que deriva en tolerancia. “Okey, yo te tolero, pero no te respeto” (como decis vos demostrando una cierta superioridad moral). El liberalismo es el respeto irrestricto del proyecto de vida del projimo, y mas alla de lo argumentado por Marquez sea cierto, no quiere decir que no pone en duda su condicion de “liberal”

    Saludos! (Te sigo siempre, segui dando batalla en c5n! jaja)

    Responder
  18. Jean Luc

    Miércoles 15 de mayo de 2019 a las 11:05 pm

    “Claro que podemos juzgar moralmente determinados actos, como el robo, la estafa, el asesinato, la corrupción, el acoso… ¿Pero cuándo la elección sexual de una persona se volvió sujeto de ese escrutinio?”

    A mi juicio, es allí donde radica el verdadero debate de que es ser liberal. El problema es que discuten semantica pura, o sino cosas de la corrección política. Lo de marquez: es un hecho que le a este le disgustan los homosexuales; sin embargo, se abstiene a la agresión (tolera), entonces asumo que los liberales respetan (es decir que aceptar y valoran su pensamiento) el ideal de Marquez; porque, por el contrario, nos estaríamos comiendo la paradoja de popper (si es que es así: reconocer que axel kaiser y javier milei, emmanuel dannan, etc. tampoco serían “liberales”). Que ahora este de moda LGBT y el feminismo no quita que existan otras cosas que probablemente a los “verdaderos liberales” les disguste, pero lo toleren. A lo que voy es: si el verdadero liberal “acepta y valora de todo” (obvio: en tanto no afecte vida, libertad y propiedad), estarían seguro que lo son? Hasta con cualquier idea estatista o la del mismo marquez? Para ti, zicarelli, gloria alvarez, bongiovanni, etc

    En fin, mi humilde critia. Saludos Ivan!

    Responder
  19. Lucas

    Sábado 1 de junio de 2019 a las 1:12 am

    Ivan, cada vez que puedo sigo tus intervenciones en la televisión así como también en otros medios y siempre admire el tono y la paciencia con la cual te dirigís a tus oponentes en los debates relacionados a la economía.
    Me parece muy valiente de tu parte dar esas discusiones en climas bastante hostiles para alguien de tu ideología como el canal C5N, en donde claramente tienen una marcada tendencia Kirchnerista/populista y hasta socialista por momentos. La realidad es que en el plano económico te soles desenvolver bien ya que lógicamente es un tema de tu expertise.
    Ahora bien, creo que en plano cultural/político tenes muchas falencias las cuales son bastante llamativas para alguien de tu formación. Esa impresión me quedo después de ver un video de fecha reciente subido a youtube de una conferencia tuya titulado “liberalismo, inmigración y familia”.
    Al leer la crítica que haces en este artículo al libro de Agustin laje y Nicolas Marquez no hago más que confirmarlo.
    Antes que nada aclaro que leí “el libro negro de la nueva izquierda” y en mi humilde opinión creo que es un trabajo que puede gustar o no, pero no se puede dejar de reconocer que esta bien fundamentado y tiene una tesis muy interesante, con muchas similitudes a las de otros autores americanos como Jordan Peterson y Stephen Hicks.
    Si bien puedo compartir tu crítica a la sección escrita por Nicolas Marquez en cuanto a las formas y a la falta de precisión semántica en algunos términos, creo que el eje central del libro excede estas cuestiones que igualmente reconozco no son menores pero que se limitan a eso a una cuestión de “formas” y no de contenido.
    En el libro se repite una y otra vez que la lucha cultural no es contra los individuos homosexuales, transexuales o transgeneros sino contra el lobby que dice protegerlos y pelear por sus derechos cuando en realidad esto es usado de pretexto para encubrir otros objetivos. Ahí es donde creo que esta la falla fundamental de tus críticas hacia los autores o a “la nueva derecha” y para justificarlo me baso en lo escrito por vos en el presente artículo y en la exposición del video mencionado en el párrafo anteriorhttps://www.youtube.com/watch?v=DMH7R9z7MTE , el cual está relacionado a tu critica. Paso a enumerar:
    1- Afirmas en el artículo que la parte referida al feminismo (osea la sección escrita por Agustin Laje) te parece “muy buena” y resumís la tesis central del libro explicando la reconversión estratégica que realizo izquierda para poder batallar contra el capitalismo ya no en la esfera económica, por no tener nada superador que ofrecer a los antiguos sujetos revolucionarios, sino en el plano de la cultura aglutinando a pequeñas minorías supuestamente explotadas como las mujeres, homosexuales, transexuales, etc.
    Aquí es donde se ve la primera contradicción habida cuenta de que en la conferencia mencionada ut supra al referirte a este tema negas que el “Lobby gay quiera destruir a la familia para así destruir al capitalismo y conseguir subsidios”(minuto 17:36). Este último, que a primera vista puede parecer extremo, en el libro esta explicado con innumerables citas textuales a las autoras “feministas” que lógicamente no voy a detallar por una cuestión de espacio y celeridad pero que en resumidas cuentas explican como el capitalismo es el fundamento y sostén del patriarcado o viceversa razón por la cual la destrucción del sistema capitalista es condición sine qua non para lograr la emancipación femenina. Para atacar al capitalismo entonces, es necesario ir a destruir uno de sus pilares fundamentales “la familia”. Ello sin contar todo el recorrido histórico que hace Laje explicando como la izquierda fue gestando el cambio de paradigma nombrando distintos autores (Gramsi, Marcuse, Laclau, etntre otros) con párrafos sacados de sus libros, donde se deja de manifiesto la táctica del cambio de paradigma. Con lo cual si los propios ideólogos del movimiento reconocen que su intención es ir en contra del sistema capitalista y en la crítica al libro adherís a la tesis del autor en ese punto, porque luego te mostras en una postura diametralmente opuesta?
    2- Cuando haces alusión a la frase “con mis hijos no te metas” (frase esgrimida por el movimiento “próvida” casualmente apadrinado por los autores del libro en cuestión) en el minuto 17:30, lo haces en un tono de fuerte crítica y esto es muy difícil de entender ya que esa consigna responde a un rechazo por parte de un sector de la sociedad al intento del estado de impartir una doctrina ideológica en materia de educación sexual, algo que alguien que se hace llamar “liberal” también debería rechazarlo categóricamente por ser manifiestamente incompatible con el pensamiento liberal.
    Sin ir más lejos en la misma ponencia alegas que “la posición liberal es que la educación sexual debe escindirse del estado”(minuto 12:33).
    3- Por último, al final de tu conferencia, y luego de hacer una crítica similar a la que haces acá sobre los términos elegidos por Marquez al referirse a los homosexuales (punto en el que vuelvo a reiterar mi coincidencia con vos), decis que “hay que aceptar la diversidad y garantizar los mismos derechos para los homosexuales, transexuales y transgeneros”.
    Me parece fundamental separar los conceptos en esta frase, ya que lo en primero no puede haber punto de discordia toda vez que es imprescindible que en una sociedad democrática haya un absoluto respeto por las diversas formas de vida elegidas por los individuos con el único límite de que no afecten derechos de terceros y aquí lógicamente queda englobado la esfera intima y sexual de las personas.
    Con respecto a lo segundo veo una contradicción insalvable para alguien que supuestamente dice ser “liberal”. Si entendemos a grandes rasgos que el liberalismo o el libertarianismo es la doctrina económica y política que aboga por reducir la intervención del estado al mínimo posible, como es posible que entonces pidas “garantizar los mismos derechos para los homosexuales, transexuales y transgeneros”. Puntualmente, que derechos hoy en día no son garantizados a estas personas?, la respuesta a esta pregunta es “ninguno”, ya que en el derecho positivo Argentino actualmente no hay una sola norma que excluya de algún derecho a persona alguna en razón de su género u orientación sexual. Entonces si no hay normativa vigente que limite derechos a las personas homosexuales o transexuales, puedo inferir que quizás te hayas querido referir a que hay que garantizar derechos a estas minorías a través de iniciativas tales como la ley de cupos en el ámbito público (la cual se aprobó recientemente) y privado, operaciones y tratamientos hormonales subvencionados por el Estado, etc.
    SI así fuera seria, realmente llamativo que un adepto al liberalismo y al que se lo ve reclamar frecuentemente y con vehemencia que el estado tiene que limitar el gasto para no incurrir en un déficit fiscal exorbitante, al mismo tiempo este dispuesto a apoyar que el estado garantice que un transexual pueda hacerse una intervención quirúrgica financiada por los contribuyentes para así sentir que sus derechos estan siendo respetados y equiparados.
    Curiosamente todas estas propuestas y muchas otras parecidas son las que piden los lobbys que vos Ivan decís que no existen o que no piden (ver gesto minuto 17:30).
    Todos estos dichos de liberal no tiene absolutamente nada ya que ,y esto es lo a mi criterio y con mucha razón exponen Laje y Marquez, no puede haber adoctrinamiento educacional ni ideología de género ni subvenciones, que si existen, sin estatismo o coerción estatal.
    Creo que no hay que caer en el error de creer que se es liberal solamente cuando uno pide que el estado baje impuestos o que disminuya regulaciones, el liberalismo tiene como lema fundamental el respeto irrestricto por el proyecto de vida ajeno per también es deber de todo liberal combatir los atropellos que el estado intenta hacer contra las libertades individuales en el ámbito político y cultural.

    Responder
  20. Carlos Ortega

    Viernes 7 de junio de 2019 a las 4:42 am

    Es curioso que arme espaviento por llamar “sodomitas” a los homosexuales, cuando el discurso de izquierda toma partido de un segmento de población que margino violento y mato.

    por otra parte estoy de acuerdo con hacer ese símil, por que no? si lo primero que te vende los colectivos homosexuales, feministas y de izquierda es:

    • La familia “tradicional” que se me hace absurdo tener que usar esa etiqueta… es el igual a coartar el “desarrollo individual ”
    • Heterosexualidad es igual a Binarismo
    • el Hombre como eje del mal.

    lo cual me lleva a pensar por que la obsesión de contar las veces que Marques usa aquella palabra que desde ahora y al parecer para el articulo sera el igual a voldemort… la palabra que no se puede pronunciar.

    Alguien en su sano juicio ha leído a beauvoir, wittig o butler si la respuesta es si , hagamos una tarea internamente un conteo de las veces que dicen o utilizan ciertas palabras para referirse a todo lo anterior: Hombres, Familia, Heterosexualidad.

    pensaba en enfatizar las citas explícitas de marqués en el libro que expuso el autor. sin embargo comprendí que todo eso solo estaba haciendo una ante sala en el articulo para concluir de los mas maniqueista si se puede llamar así y ahora yo seré quien lo cite :

    “Los liberales respetamos de manera irrestricta el proyecto de vida de los demás. Y la palabra “respeto” es clave porque es muy superior a “tolerancia”.

    Continuo…

    “En temas de orientación sexual, no se trata de “tolerar” algo desagradable, sino de aceptar y valorar formas diversas de llevar la vida.”

    Luego de leer lo anterior quedo perplejo al ver como habla de libertad pero usa con premeditación y alevosía “no se trata de “tolerar” algo desagradable, sino de aceptar y valorar ”

    Si debo aceptar algo y darle un valor empático entonces donde esta la libertad? no soy yo quien elije que acepto y que tolero ? ergo no soy libre de tomar esa decisión?

    Mas peligroso que Laje y Marques con su libro que por cierto es un best seller de amazon donde uno elige si llevarlo o no !!! es el tipo de educación que esta recibiendo los niños y jóvenes en la actualidad disfrazada de falsa libertad…

    Responder
  21. Gonza

    Miércoles 23 de octubre de 2019 a las 6:59 am

    Ame esta nota.
    Y me causa mucha gracia todos los conservadores ofendidos en los comentarios. Nosé que tanto drama tienen con la homosexualidad.
    No hay ningún lobby (si radicales pelotudos), es un parte de la naturaleza humana que siempre estuvo, está, y estará, que finalmente puede visibilizarse.
    Hay muchas explicaciones y estudios científicos que lo comprueban, no solo en los humanos ( otras especies también) que van desde razones genéticas, evolutivas, adaptativas, de supervivencia.
    Los conservadores se rasgan las vestiduras hablando de ciencia cuando les conviene, pero si realmente se adentran un poco más en el análisis científico la respuesta que van a encontrar no les va a gustar nada tampoco.
    Que hayan radicales y gente de izquierda dentro del movimiento, y que otros los hayan manipulado es otra cosa ..
    La gente naturalmente va a pelear por un derecho tan básico como es ser feliz y amar a quien desean.
    Hay gente que hace lobby ? Sí.
    El movimiento LGBT es un lobby en sí ? No
    Es un movimiento de derechos humanos como cualquier otro.
    Además el otro grave error que cometen los conservas es mezclar transexualidad con homosexualidad. Cosas MUY diferentes.
    En fin …
    Así como la izquierda radical es peligrosa, la derecha también puede serlo.

    Responder
  22. Andrés

    Miércoles 20 de noviembre de 2019 a las 7:29 am

    Es curiosa la acusación de homofobia sin refutar que la homosexualidad es consecuencia de trastornos psicológicos (posición compartida hasta hace poco por la Asociación Estadounidense de Psiquiatría, y que se modificó por votación (!!!) tras una intensa presión de grupos LGTB, no por nuevas evidencias médicas).

    Es la misma estrategia que usa el lobby LGTB (sí, ese que no existe): descalificar al orador y evitar el debate.

    Responder
  23. Adrian

    Jueves 14 de mayo de 2020 a las 10:27 pm

    Comencé a leer el libro y de igual manera el ataque hacia el marxismo es deliberado.
    Yo soy cristiano y liberal, y nada mas liberal que intercambiar quizás ideas pero no atacar, en cuanto del lado del cristianismo apoyamos toda decisión siempre y cuando haya amor, muchas veces se termina en esas condiciones por traumas anteriores, tampoco esto se puede negar. La decisión esta en cada uno, creo que al fin y al cabo en esta vida estamos de paso, si hay algo o no después lo sabremos cada uno el día que nos vamos de esta vida, y creo que nadie tiene la receta. Es cuestión de vivir mejor siempre y cuando no interfieras en la vida de los demás para complicarse la. La verdad gracias Ivan, con esta reflexión me queda claro muchas cosas, realmente creí que era yo el que por ahí miraba puntos que menciona Marquez que me parecen muy agresivos hasta cuando habla del Peronismo y bueno esto abre el panorama un poco mas y esta bueno esto de que los liberales pensamos diferente en un mismo pensamiento, la libertad en todos sus ambitos. Abrazo mi loco! cuidate

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  24. Melina

    Jueves 28 de mayo de 2020 a las 5:03 pm

    Creo que todo se resume en : liberales de izquierda y liberales de derecha. Los primeros más tirados hacia reconocimiento de nuevos paradigmas y derechos y los segundos agarrados al medioevo. Estoy orgullosamente tirada hacia la izquierda, dónde respetamos el derecho del individuo a hacer entre sus sábanas lo que quiera, donde no significa ningún peligro para otra persona, donde tienen iguales derechos y obligaciones que cualquier mortal. Donde no damos medias vueltas para reconocer que el término”sodomita” es despectivo, no reconocemos ningún peligro en la educación sexual, y en algunos casos (el mío) estamos a favor de la legalización del aborto. Todo eso estando en profundo acuerdo con las medidas económicas liberales. Buena nota Iván!

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  25. Levi

    Jueves 10 de marzo de 2022 a las 1:16 am

    No sorprende la cantidad de inútiles que comentan que la homosexualidad es un trastorno y ni siquiera la pueden fundamentar.
    Le dan mérito a un libro con la excusa del libre pensador pero se supone que es académico no una biblia de quejas morales, que eso fue lo que resultó ser. Asco y vómito me causa esa gente que se plazca de insultos a los individuos. No ataca al lgbt ataca la condición honosexual por colectividad.

    Responder
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